GUERRA DE YUGOSLAVIA El debate en Alemania

Un mal menor para el ministro de Exteriores

La resolución del congreso de Los Verdes es un mal menor para el ministro de Exteriores Joschka Fischer, que ayer se mostró vehementemente convencido de hacer todo lo posible para encauzar de nuevo el conflicto de Kosovo en la vía política. Nuevos puntos críticos sobre la OTAN en los debates, en los que participaba la organización regional de Berlín (una de las más radicales), contribuyeron al proyecto de resolución que finalmente se adoptó. Los Verdes censuraron la política del Gobierno de Helmut Kohl por haber reconocido la desmembración de Yugoslavia y no haber prevenido el problema con el ...

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La resolución del congreso de Los Verdes es un mal menor para el ministro de Exteriores Joschka Fischer, que ayer se mostró vehementemente convencido de hacer todo lo posible para encauzar de nuevo el conflicto de Kosovo en la vía política. Nuevos puntos críticos sobre la OTAN en los debates, en los que participaba la organización regional de Berlín (una de las más radicales), contribuyeron al proyecto de resolución que finalmente se adoptó. Los Verdes censuraron la política del Gobierno de Helmut Kohl por haber reconocido la desmembración de Yugoslavia y no haber prevenido el problema con el que ahora tienen que lidiar, apoyaron el plan de paz de su ministro y consideraron a los serbios como los principales responsables del conflicto en Kosovo.El congreso reprochó a la OTAN el no haber calculado bien la duración de la guerra y los efectos de los bombardeos y haberse hecho la ilusión de que era posible la guerra quirúrgicamente precisa. La división que se hizo patente a la hora de votar las dos resoluciones finales provoca cierto escepticismo sobre la posibilidad de que Fischer salga reforzado del congreso, tal como él quería, cuando se dirigió ayer a los militantes para pedirles: "Ayudadme, apoyadme y no me pongáis un palo entre las piernas".

Apoyo de Cohn-Bendit

El jefe de la diplomacia alemana contó con un importante aliado en el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit, quien en tono exaltado consideró "perverso" que los pacifistas verdes trataran de debilitar precisamente al ministro del Gobierno que más hace por una solución diplomática. Cohn-Bendit dijo que el que deseara dar una alegría a Milosevic y que continúe la política de la OTAN debía apoyar la moción de los pacifistas radicales."Sacrificaremos a los kosovares si debilitamos al ministro de Exteriores", dijo Cohn-Bendit, quien concluyó: "Entre la violencia y la cobardía, elijo la violencia para no dejar sola a la gente". El lenguaje de Fischer y de Cohn-Bendit contrastó con la tranquila exposición de Bärbel Höhn. "La alternativa está entre el sentido común y la demagogia", dijo la oradora, quien advirtió a Fischer de que tratar a Milosevic como la personificación del mal se contradice con unas negociaciones en las que se deberá tratar con él. Höhn, que apoyaba la moción de compromiso de la presidencia, trazó un balance negativo de los ataques y señaló que la tarea del partido no es la misma que la del Gobierno y que el partido debe dar una señal para que la tensión se rebaje.

Mientras los partidarios de Fischer hacían hincapié en el carácter insustituible del ministro, otros oradores subrayaron la inconsecuencia de un embargo petrolero impuesto tarde, y muchos mostraron preocupación por las desastrosas consecuencias ecológicas que tiene el bombardeo de refinerías y fábricas químicas en Yugoslavia.

El Partido Socialdemócrata difundió tras la votación un comunicado en el que dice que Los Verdes se han mostrado "como un socio de coalición consciente de sus responsabilidades".

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