Maragall se compromete a aplicar desde el Gobierno la concepción de Cataluña que tenía Tarradellas

Pasqual Maragall expresó ayer su adhesión a las concepciones políticas del que fue presidente de la Generalitat Josep Tarradellas acerca de Cataluña y España. En la última jornada de sus tres días de estancia en Lleida, Maragall afirmó que "desde la tierra de los presidentes Macià y Companys" quería hacer suyos los cuatro puntos básicos de la actuación política de Tarradellas, tal como los redescubrió hace dos semanas en el retiro del monasterio de Poblet. Son unas concepciones que rechazan la patrimonialización de Cataluña por los partidos nacionalistas, abogan por la sincera participación en...

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Pasqual Maragall expresó ayer su adhesión a las concepciones políticas del que fue presidente de la Generalitat Josep Tarradellas acerca de Cataluña y España. En la última jornada de sus tres días de estancia en Lleida, Maragall afirmó que "desde la tierra de los presidentes Macià y Companys" quería hacer suyos los cuatro puntos básicos de la actuación política de Tarradellas, tal como los redescubrió hace dos semanas en el retiro del monasterio de Poblet. Son unas concepciones que rechazan la patrimonialización de Cataluña por los partidos nacionalistas, abogan por la sincera participación en el proyecto español y propugnan actuaciones unitarias.

Aunque Maragall no hizo comparaciones explícitas, la aplicación de los cuatro puntos en que resumió las concepciones políticas de Tarradellas supondría un cambio radical respecto al ideario que guía la actuación de Jordi Pujol y su partido desde el Gobierno de la Generalitat. Los tres primeros puntos suponen la relativización del concepto del enemigo exterior, tan caro a los nacionalistas de Convergència Democràtica (CDC) y de Esquerra Republicana (ERC) en la etapa actual. Rezan así, según la definición que Maragall expuso ayer: "Los catalanes hemos de definir por nosotros mismos nuestro proyecto de país", "nuestros males provienen tanto o más de nuestros propios errores como de la acción de otros" y "España es una realidad de la que formamos parte y que se merece un gran respeto". El cuarto punto predica la otra gran idea sobre la que Tarradellas basó su actuación en la etapa del posfranquismo: "Los catalanes han de unirse en todas las cuestiones decisivas". La eventual aplicación de estos principios desde la presidencia de la Generalitat si Maragall gana las elecciones autonómicas significaría un cambio sustancial respecto a la forma en que Pujol ha gobernado desde 1980, cuando sucedió a Tarradellas. En particular, respecto a la práctica de negociar como asuntos de partido, directamente o a través del grupo parlamentario de CiU en las Cortes, las cuestiones de especial importancia para el autogobierno de Cataluña. Por ejemplo, la financiación autonómica, las grandes inversiones y los traspasos de competencias. Tres días en Lleida Maragall ha pasado tres días en Lleida y las comarcas lindantes con el Segrià. Se ha entrevistado con juntas de regantes, empresarios de diversos ramos, universitarios, artistas, cooperativistas, comerciantes y profesionales. Al final de esta estancia, quiso proclamar de manera solemne que el cambio político que preconiza significaría, entre otras cosas, "el reconocimiento institucional" de las Terres de Ponent y del Pirineo. También afirmó que no es conveniente mantener tantas divisiones administrativas interpuestas entre los municipios y la Generalitat, por lo que deberá afrontarse su simplificación. "Las comarcas subsistirán", dijo, "pero no necesariamente los consejos comarcales". Respecto al problema del agua, Maragall abogó por definir una estrategia a largo plazo a partir de ideas que ya se perfilan ahora. Y adelantó: "Cataluña tiene agua para sus necesidades si establecemos el adecuado sistema de inversiones y precios".

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