PATRIMONIO

Los arqueólogos hallan monedas y cerámicas en la iglesia donde fue enterrado Velázquez

Las posibilidades de encontrar los restos del pintor Diego de Silva y Velázquez son pequeñas, pero, por primera vez en 40 años, expertos y políticos están ilusionados con un proyecto arqueológico. En mitad de la plaza de Ramales, en un hueco de poco más de diez metros cuadrados y casi dos de profundidad, ayer se encontraron monedas y restos de cerámica. El consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, ha definido la búsqueda de los restos del pintor que mejor reflejó la luz de Madrid como "una gran aventura de la arqueología madrileña".

Las piquetas siguieron ayer descarnando con lentitud e...

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Las posibilidades de encontrar los restos del pintor Diego de Silva y Velázquez son pequeñas, pero, por primera vez en 40 años, expertos y políticos están ilusionados con un proyecto arqueológico. En mitad de la plaza de Ramales, en un hueco de poco más de diez metros cuadrados y casi dos de profundidad, ayer se encontraron monedas y restos de cerámica. El consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, ha definido la búsqueda de los restos del pintor que mejor reflejó la luz de Madrid como "una gran aventura de la arqueología madrileña".

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Las piquetas siguieron ayer descarnando con lentitud el subsuelo de Ramales, al igual que los cuatro días precendentes. Los muros desenterrados de la iglesia de San Juan, donde fue enterrado el pintor el 5 de agosto de 1660, presentan ya una altura de más de un metro y medio. Entre estas estructuras, los arqueólogos hallaron ayer pequeños objetos de uso cotidiano que proporcionarán información adicional sobre qué paso con exactitud con el templo donde fue inhumado el artista.Ayer, una taleguera con monedas de cobre del siglo XVIII -perdida quizás por alguno de los fieles que acudían al templo-, pequeños trozos de cerámica donde se leía la dirección de viejas tabernas cerradas hace quizás más de un siglo o placas municipales cuya pintura se deshace al tocarlas, vuelven a la luz.

Los arqueólogos, que ayer desenterraron en su búsqueda la base de los muros de la iglesia, comprobaron que en las excavaciones municipales efectuadas en los años cincuenta en ese mismo lugar arrebataron a la arqueología moderna la posibilidad de recuperar el pavimento que cubría el suelo de aquella iglesia levantada en 1202.

"Pero eso no significa que se llevasen todo", dijeron los arqueólogos, porque unos metros más allá se distingue completo, intacto, un silo árabe destinado a almacén de frutos y cereales. Si el troj musulmán no fue visto por los arqueólogos que abrieron el subsuelo en los cincuenta, puede significar que no se excavase toda la superficie de la plaza. "A lo mejor sólo abrieron un pequeño pedazo, y como no encontraron la tumba del pintor, abandonaron", apuntan los expertos.

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