Brasil espera que su economía retroceda un 2,3% en el año 1999

La primera previsión del PIB brasileño para 1999, tras la crisis provocada por la devaluación del real en enero, apunta a un descenso del 2,3%. Pese a la caída, el dato es bastante mejor de lo previsto por el Gobierno en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que apuntaba a una caída de entre el 3,5% y el 4%.La nueva proyección, del Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA), vinculado al Ministerio de Hacienda de Brasil, fue recibida como la primera señal positiva concreta de la reactivación de la economía brasileña.

Según los analistas, el panorama -bastan...

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La primera previsión del PIB brasileño para 1999, tras la crisis provocada por la devaluación del real en enero, apunta a un descenso del 2,3%. Pese a la caída, el dato es bastante mejor de lo previsto por el Gobierno en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que apuntaba a una caída de entre el 3,5% y el 4%.La nueva proyección, del Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA), vinculado al Ministerio de Hacienda de Brasil, fue recibida como la primera señal positiva concreta de la reactivación de la economía brasileña.

Según los analistas, el panorama -bastante más suave de lo inicialmente previsto- se debe esencialmente a la recuperación de la actividad, más rápida de lo esperado. Además, el dato anticipa una mejora acentuada a partir del segundo semestre, una vez que culmine el retorno de Brasil a los mercados internacionales.

Los inversores extranjeros han empezado a regresar a Brasil, y hay buenas perspectivas, según fuentes del Gobierno, de que el proceso de privatizaciones de empresas públicas siga por buen camino.

Primer trimestre

Según el IPEA, las proyecciones, tras examinar los datos del primer trimestre, indican que la economía seguirá con un crecimiento negativo más agudo en algunos sectores, pero que el promedio será superior a lo que inicialmente se proyectó.Hasta marzo, los sectores de servicios e industria sufrieron una caída del 2,8%. El comercio fue el más afectado por la crisis, con un descenso del 6,9%. Pero para el IPEA, esa caída puede ser considerada "normal, dentro de los parámetros previstos", ya que con la fuerte devaluación y el clima de incertidumbre hubo una fuerte retracción en el consumo.

El presidente del IPEA, Roberto Martins, un respetado economista, aprovechó el resultado de la investigación para golpear duro a Sahid Burki, uno de los vicepresidentes del Banco Mundial. Burki había asegurado que, tras la devaluación, entre cuatro y cinco millones de brasileños habían pasado a vivir por debajo del umbral de pobreza. "Este señor es un débil mental y un terrorista", disparó Roberto Martins. Según el economista, para alcanzar tal cifra de pobres sería necesario que la economía brasileña sufriera una caída de 15% en 1999. Pese a los esfuerzos del Gobierno para explicar que lo peor de la crisis ya ha pasado, y que los números negativos serán más suaves de lo inicialmente esperado, hay otros datos inquietantes.

Los índices del paro, por ejemplo, son actualmente el doble que hace diez años. En el área metropolitana de São Paulo, la región más industrializada del país, el paro alcanza al 19,9% de la población económicamente activa. Las tasas medias del país, a su vez, se encuentran en el 7,9%, las más elevadas desde la crisis de 1982.

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