El Gobierno impulsará estudios sobre la administración de heroína a toxicómanos

El Plan Nacional sobre Drogas asegura que la OMS ha descalificado el proyecto andaluz

El Plan Nacional sobre Drogas está dispuesto a impulsar la investigación sobre el uso terapéutico de la heroína, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se haya pronunciado en un informe a favor de esta posibilidad. Esto no quiere decir que su responsable, Gonzalo Robles, apoye el único proyecto español presentado en este sentido, el andaluz, aún pendiente del visto bueno del Ministerio de Sanidad. Robles aseguró ayer en Madrid que el informe "descalifica total y profundamente" la experiencia suiza y, por lo tanto, la pretensión andaluza.

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El Plan Nacional sobre Drogas está dispuesto a impulsar la investigación sobre el uso terapéutico de la heroína, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se haya pronunciado en un informe a favor de esta posibilidad. Esto no quiere decir que su responsable, Gonzalo Robles, apoye el único proyecto español presentado en este sentido, el andaluz, aún pendiente del visto bueno del Ministerio de Sanidad. Robles aseguró ayer en Madrid que el informe "descalifica total y profundamente" la experiencia suiza y, por lo tanto, la pretensión andaluza.

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"El Plan Nacional sobre Drogas no tiene prejuicio ninguno a la hora de tener que abrir una línea de investigación", subrayó ayer Robles. Incluso en el caso de que el objeto de tal investigación sea una sustancia prohibida y perseguida como la heroína. Menos aún cuando el informe de la OMS sobre la experiencia de distribución de esta droga en Suiza concluye que son necesarios nuevos estudios de este tipo para determinar su eficacia en el tratamiento de toxicómanos irrecuperables. Robles aseguró ayer que el Gobierno está dispuesto a plantear e incluso a impulsar un estudio científico sobre la heroína, justo lo que pretende desde hace casi un año la Junta de Andalucía, gobernada por el PSOE, y a lo que se ha opuesto el Gobierno del Partido Popular. Este anuncio no significa, sin embargo, que el Ejecutivo cuente ya con un proyecto alternativo. Ni siquiera que éste se llegue a poner en marcha, según reconoció el responsable del Plan.

Antes Robles deberá consultar la cuestión con el Consejo Científico del Plan Nacional sobre Drogas, la Comisión Interautonómica y el Consejo Interterritorial de Salud. Estos organismos son los que deben determinar la viabilidad del estudio, explicó Robles, porque la decisión no debe estar basada en "el criterio político, sino en el científico". En cualquier caso, cuando esto se produzca, y si entonces todavía no ha sido autorizado el ensayo andaluz, "el primer invitado" a participar sería la Junta, aseguró el delegado del Gobierno.

El Plan Nacional sobre Drogas ha cumplido pues con su palabra: esperar a que la evaluación científica de la OMS se hiciera pública antes de pronunciarse sobre la intención de la Junta de Andalucía. Pero lo ha hecho en el sentido opuesto a los intereses de los dirigentes de esta comunidad autónoma. Que el informe de la OMS recomiende llevar a cabo nuevas investigaciones no quiere decir, según este organismo del Ministerio del Interior, que avale el proyecto andaluz. Más bien lo contrario.

La Junta, en entredicho

Para Robles el hecho de que el informe encargado por la OMS, cuyas primeras conclusiones han tardado más de tres años en hacerse públicas, cuestione el rigor científico del estudio suizo, pone en entredicho el proyecto de la Junta. El coordinador del proyecto de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en Granada, Joan Carles March, responde que el suyo es un proyecto "técnicamente inmejorable". En Suiza, donde el programa se puso en marcha en 1992 después de un referéndum, los investigadores no pretendían demostrar la eficacia de la heroína frente a otros tratamientos sustitutivos -no dirigidos a la rehabilitación- como la metadona. Es decir, los investigadores se limitaban a suministrar heroína a sus pacientes, proporcionarles asistencia psicológica y social, y a observar su evolución.

Por eso, asegura la OMS en su informe, el estudio suizo no puede demostrar que sea la heroína el origen de la mejora de las condiciones de la salud e integración social de los casi 1.000 pacientes que han pasado por sus 18 centros.

El estudio andaluz, por el contrario, pretende comparar la eficacia de dos opiáceos: la metadona -aceptada desde hace años como tratamiento de heroinómanos que no responden a la rehabilitación- y la heroína. Justo lo que pide la OMS, al afirmar que "son necesarios nuevos estudios para establecer de forma efectiva las diferencias entre los efectos de los diferentes opiáceos".

Para cumplir este objetivo, los 150 heroinómanos andaluces que se sometan al programa durante un año en los dos centros previstos -Granada y Campo de Gibraltar- se dividirán en dos grupos. Sólo 75 de ellos se inyectarán 400 miligramos de heroína diarios, mientras que el resto tomará metadona por vía oral. Ninguno de ellos sabrá antes de iniciar el programa con cuál de estas sustancias será tratado con lo que, según March, se cumple con otro requisito exigido por los expertos consultados por la organización internacional: la selección por azar.

A pesar de estas circunstancias Robles aseguró ayer que "la descalificación metodológica [del estudio suizo] es total y profunda", afirmó Robles, "y el proyecto de la Junta Andalucía es una copia exacta".

Suiza como inspiración

Que el proyecto andaluz se inspiró en esa experiencia no lo niega nadie. El propio Comisionado Andaluz para las Drogas, José Manuel Rodríguez, aseguró el viernes que el programa que el impulsa era "calcado" al suizo. Sus autores reconocen la inspiración, pero nada más. El planteamiento del estudio ha cambiado durante los 11 meses que han pasado desde que espera la autorización, asegura Joan Carles March. En parte gracias a las continuas aclaraciones exigidas por el Ministerio de Sanidad antes de dar el visto bueno, algo que aún no se ha producido. Y en parte por las propias recomendaciones de la OMS.

El proyecto andaluz es similar al suizo, "pero mejorado", asegura su responsable científico. Las diferencias entre ambos surgen, según March, incluso de la forma en que han sido planteados. El suizo, por ejemplo, se limita a observar la evolución de los toxicómanos. El andaluz es un ensayo comparativo que se ha beneficiado de esa experiencia pionera, pero también del asesoramiento y apoyo de los equipos científicos que trabajan en la misma senda en Alemania, Bélgica, Canadá, Holanda, Reino Unido.

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