Defensa frena la vuelta a la Guardia Civil de un coronel preso por el 'caso Brouard'

La Guardia Civil tiene todo preparado para que Rafael Masa González, actualmente preso en Ocaña (Toledo) en relación con el caso Brouard, reingrese en el cuerpo tras la sentencia del Supremo que el pasado enero dejó sin efecto la condena que pesaba sobre él por no haber dado parte de las torturas sufridas por Tomás Linaza en mayo de 1981. Sin embargo, el Ministerio de Defensa tiene congelado el reingreso de Masa por un trámite burocrático: está a la espera de que los otros cinco guardias civiles expulsados del cuerpo aporten sendos certificados de antecedentes penales, para poder...

La Guardia Civil tiene todo preparado para que Rafael Masa González, actualmente preso en Ocaña (Toledo) en relación con el caso Brouard, reingrese en el cuerpo tras la sentencia del Supremo que el pasado enero dejó sin efecto la condena que pesaba sobre él por no haber dado parte de las torturas sufridas por Tomás Linaza en mayo de 1981. Sin embargo, el Ministerio de Defensa tiene congelado el reingreso de Masa por un trámite burocrático: está a la espera de que los otros cinco guardias civiles expulsados del cuerpo aporten sendos certificados de antecedentes penales, para poder así publicar en el Boletín Oficial de Defensa la orden que anule su expulsión, según aseguran fuentes del instituto armado.La Sala Segunda del Tribunal Supremo dejó sin efecto la pena impuesta en su día a seis guardias civiles, al considerar que el delito por el que fueron condenados ya había prescrito cuando se inició la acción judicial contra ellos. La consecuencia inmediata de esta resolución es que Masa y sus compañeros deben ser readmitidos en la Guardia Civil, al quedar invalidada la causa por la que fueron despojados de su empleo.

Rafael Masa, de 56 años, ya ha aportado a la Dirección General de la Guardia Civil el correspondiente documento del Ministerio de Justicia en el que se certifica que carece de antecedentes penales. Su objetivo es que eso le permita volver al seno del instituto armado ascendido al grado de coronel -al computársele como si hubiera estado en activo los cuatro años que ha estado expul-sado- y, a la vez, cobrar los haberes dejados de percibir durante ese tiempo.

Este mando, que cobró su último sueldo en mayo de 1995, podría tener derecho a unos 18 millones de pesetas por los cuatro años transcurridos desde que el Boletín Oficial de Defensa publicó su expulsión. Pero a esta cifra habría que restarle en torno a cinco millones percibidos en concepto de derechos pasivos, según estimaciones de varios compañeros.

No obstante, quizá lo más interesante para Masa es que si obtiene el reingreso y recupera su condición de coronel podría abandonar la cárcel de Ocaña y ser trasladado a la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid), si el juez José Luis González Armengol decide mantenerlo en prisión preventiva en relación con la investigación del asesinato del dirigente de HB Santiago Brouard en 1984 en Bilbao.

Masa, que en el pasado ocupó puestos importantes en los servicios antiterroristas de Interior, ya ha realizado los trámites para su reingreso en la Guardia Civil. No así alguno de los que con él fueron expulsados (el brigada Ángel Fuentes, los cabos primero Julián Pérez Montesinos y Santiago López Rico, y los guardias civiles Miguel Caballero y Diego Cerón).

Según fuentes del instituto armado, el Ministerio de Defensa pretende publicar en su boletín oficial una única orden que deje sin efecto la dictada el 19 de mayo de 1995 contra los seis guardias civiles por el entonces ministro Julián García Vargas.

Rafael Masa, natural de La Línea de la Concepción (Cádiz), sólo podrá reingresar y estar en activo hasta el 28 de mayo del próximo año, al cumplir la edad de 58 años y tener que pasar forzosamente a la reserva. Desde el 13 de marzo está en prisión preventiva, junto con el ex director general de Seguridad Julián Sancristóbal y el ex subcomisario José Amedo por su supuesta implicación en la muerte de Brouard.