GUERRA EN YUGOSLAVIA Crisis en la Federación

Montenegro rechaza la censura serbia y no reconoce la legalidad del Gobierno de Belgrado

La emisoras de radio independientes y las autoridades civiles libran una arriesgada batalla para preservar las libertades democráticas en Montenegro, desde que el pasado sábado rechazaran la exigencia del Ejército para que cesaran las emisiones de programas procedentes del extranjero. "No vamos a cambiar nada", aseguró Tanja Knezevic, director de Radio Montena, una de cuyas emisiones es objetivo de la invectiva del Ejército yugoslavo. "La intención del Ejército es provocar al Gobierno y lo quiere hacer a través de nosotros", añade.

El Gobierno montenegrino, del reformista Milo Djukanovi...

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La emisoras de radio independientes y las autoridades civiles libran una arriesgada batalla para preservar las libertades democráticas en Montenegro, desde que el pasado sábado rechazaran la exigencia del Ejército para que cesaran las emisiones de programas procedentes del extranjero. "No vamos a cambiar nada", aseguró Tanja Knezevic, director de Radio Montena, una de cuyas emisiones es objetivo de la invectiva del Ejército yugoslavo. "La intención del Ejército es provocar al Gobierno y lo quiere hacer a través de nosotros", añade.

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El Gobierno montenegrino, del reformista Milo Djukanovic, se encuentra implicado en lo que ha resultado ser una no violenta y larga lucha de poder con el Segundo cuerpo del Ejércirto yugoslavo, estacionado en la república. El sábado emitió un comunicado rechazando la pretensión del Ejército para que cesaran las transmisiones de programas de emisoras occidentales como La Voz de América, Radio Europa Libre o la BBC.Montenegro forma junto a Serbia la República Federal de Yugoslavia y en su territorio se encuentran estacionadas fuerzas militares bajo el mando un general perteneciente a la línea dura serbia nombrado recientemente por el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.

El Ejército había emitido su decreto contra las emisoras libres el pasado viernes, basándose en su autoridad dado el estado de guerra declarado por el Gobierno de Belgrado. Según la constitución yugoslava, durante el estado de guerra el Ejército se hace cargo también de la administración civil. "Ustedes están difundiendo abiertamente propaganda del enemigo", señala la orden a los directores de las emisoras. "Si continúan realizando su trabajo de esta manera, serán responsables de la violación del Sistema de Defensa común y de debilitar la capacidad combativa del Ejército de Yugoslavia, lo que puede desembocar en el cierre de su emisora de radio y en otras medidas contra aquellos que cometen delitos durante la guerra", añadía el texto.

El Ejército ya ha puesto en pie tribunales militares en Montenegro para realizar procesos contra aquellos que evitan ser llamados a filas. De acuerdo con la versión facilitada por los medios de comunicación montenegrinos ya existen planes para procesar a personas sospechosas de traición y espionaje, basándose también en la autoridad dada por el estado de guerra decretado por Belgrado.

Gobierno ilegal

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La autoridades de Montenegro no han reconocido la legalidad del Gobierno federal de Yugoslavia desde hace un año, con el argumento de que los procedimientos constitucionales fueron violados en la elección de las actuales autoridades federales.Puesto que considera al Gobierno federal ilegítimo, Montenegro tampoco reconoce el estado de guerra. Este rechazo ha permitido al Gobierno de Djukanovic -elegido democráticamente y prooccidental- permanecer en el poder incluso después de que la OTAN diera inicio a los bombardeos contra Yugoslavia el pasado 24 de marzo.

Ambas partes -Belgrado y Podgorica- ven mucho más allá de la disputa sobre la emisión de programas de extranjeros. Si la autoridad del Ejército para controlar las emisiones de radio es reconocida, podría ser interpretado como un paso atrás en la negativa de Montenegro a reconocer el estado de guerra. Además podría significar el reconocimiento del derecho del Ejército a tomar el control sobre el Gobierno de Montenegro.

"Este asunto tiene unas implicaciones mucho mayores", señala Nebojsa Redzic, director de Radio Montenegro Libre. "Aquí hay dos autoridades paralelas. De una parte tenemos a las autoridades del Ejército yugoslavo y por otra a las autoridades de Montenegro. Pero el quid de la cuestión es: ¿Acepta Montenegro el estado de guerra declarado por las autoridades federales? Si aceptamos lo que el Ejército nos ordena estaremos aceptando el estado de guerra", añade.

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