Expedientado un jefe de la Ertzaintza que se negó al test de alcoholemia. Interior critica que se haya divulgado la identidad del mando detenido

El Departamento de Interior del Gobierno vasco ha abierto un expediente disciplinario al Jefe de la Comisaría de la Ertzaintza de San Sebastián por negarse a someterse al test de alcoholemia tras sufrir un accidente con un coche oficial en las proximidades de Pamplona el pasado Viernes Santo, día 2. La Guardia Civil de Navarra, que detuvo durante varias horas al responsable de la Ertzaintza ha remitido las diligencias abiertas al Juzgado de Instrucción número 1 un juzgado de Pamplona por un posible delito de desobediencia a la autoridad. La viceconsejera de Interior, Pilar Martínez, manifestó ...

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El Departamento de Interior del Gobierno vasco ha abierto un expediente disciplinario al Jefe de la Comisaría de la Ertzaintza de San Sebastián por negarse a someterse al test de alcoholemia tras sufrir un accidente con un coche oficial en las proximidades de Pamplona el pasado Viernes Santo, día 2. La Guardia Civil de Navarra, que detuvo durante varias horas al responsable de la Ertzaintza ha remitido las diligencias abiertas al Juzgado de Instrucción número 1 un juzgado de Pamplona por un posible delito de desobediencia a la autoridad. La viceconsejera de Interior, Pilar Martínez, manifestó ayer que el jefe policial tendrá que "responder" de los hechos de que se le acusa como cualquier ciudadano y recordó que, según el Código Penal, la negativa de un conductor a realizar la prueba de alcoholemia constituye un delito de desobediencia grave. La viceconsejera recordó que es norma dentro del departamento instruir expediente disciplinario a todos los funcionarios acusados de cometer un delito. Dado que se ha iniciado un proceso por la vía penal, el expediente interno queda en suspenso hasta que concluya la vía judicial. Sin embargo, Interior no ha precisado si entretanto adoptará alguna medida cautelar contra el funcionario. La viceconsejera de Interior ha manifestado su extrañeza por la amplia información facilitada sobre el incidente en el que se vio involucrado el mando de la Ertzaintza, en una velada crítica a las fuentes de la Guardia Civil o de la Delegación del Gobierno en Navarra que filtraron la noticia a la cadena Cope. Pilar Martínez señaló en unas declaraciones a ETB que, por el contrario, las oficinas de prensa de la Ertzaintza no suelen ofrecer "tanto datos personales de los detenidos, y muchísimo menos el cargo y la profesión". Sin embargo, entra en lo habitual que las distintas policías filtren detalles de sus operaciones cuando afectan negativamente a otros cuerpos. De hecho, el pasado mes de febrero se divulgó que uno de los integrantes de una red de tráfico de drogas detenido en Vitoria por la Ertzaintza era un guardia civil, aunque este detalle no aparecía en la nota oficial. El incidente en el que se vio involucrado el jefe de la comisaría de San Sebastián, Alfonso Garaikoetxea Aranguren, ocurrió a las 21 horas del pasado Viernes Santo, junto al área de servicio de Zuasti en la autovía Tudela-Irutzun, a diez kilómetros de Pamplona. El mando policial, que es sobrino del ex lehendakari y líder de EA, Carlos Garaikoetxea, perdió por causas que se desconocen el control del coche que conducía, un Ford Escort propiedad del Gobierno vasco, y se empotró contra un muro de contención de cemento. Aunque el vehículo sufrió importantes daños, su conductor y único ocupante resultó ileso. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico se desplazó al lugar del accidente para realizar el atestado. Las circunstancias de la colisión y la actitud del conductor llamaron la atención de los agentes, por lo que le pidieron que se sometiera a la prueba de alcolemia. Alfonso Garaikoetxea se negó a hacerlo de forma tajante y reiterada, por lo que fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona. Al parecer, el jefe de la Comisaría de San Sebastián dio a conocer a los agentes su condición de mando de la Ertzaintza, pero sin aportar documentación acreditativa. Los agentes, según obra en las diligencias policiales, le ofrecieron someterse a un análisis de sangre ante su rechazo a soplar en el alcoholímetro, a lo que también se negó. Ante su actitud, se le informó que la negativa puede ser constitutiva de delito, según el artículo 380 del Código Penal. Éste tipifica como "desobediencia grave" la resistencia del conductor a someterse a "las pruebas legalmente establecidas", que puede ser castigada a una pena de seis meses a un año de prisión. Las diligencias del expediente disciplinario abierto por el departamento que dirige Javier Balza tras conocerse estos hechos quedarán paralizados hasta que culmine con sentencia firme la causa penal incoada contra el funcionario. Será entonces, según fuentes de Interior, cuando el consejero adopte medidas disciplinarias, si procede. Imagen del colectivo El parlamentario del PP Carlos Urkijo ha pedido a Balza que informe sobre las medidas que va a tomar y ha resaltado las repercusiones negativas que la conducta de un mando de la Ertzaintza puede tener "en la imagen pública de todo un colectivo". El caso ha desvelado, por otro lado, que el jefe de la Comisaría de San Sebastián tiene su residencia en Pamplona. Según la Ley de la Policía Vasca, los agentes de la Ertzaintza tienen la obligación de residir dentro de la comunidad autónoma. En una reciente comparecencia parlamentaria, el consejero de Interior informó que más de un centenar y medio de ertzainas incumplen este precepto al vivir en Castro Urdiales, Miranda de Ebro u otras localidades situadas fuera del País Vasco, y anunció su propósito de regularizar esta situación con criterios de flexibilidad.

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