Los partos por cesárea reducen el contagio de sida a un 3%
Los partos por cesárea reducen sustancialmente el riesgo de transmisión del sida de la madre al hijo. Como ya se había apuntado en estudios preliminares, una investigación iniciada en 1993 en Italia en la que han colaborado numerosos hospitales de toda Europa confirma que el parto por cesárea reduce a más de la mitad el riesgo de contagio. En un artículo que publica la revista The Lancet, los autores sostienen que este tipo de parto debe incluirse en los protocolos como el más indicado para las embarazadas portadoras del virus del sida, salvo opinión contraria del equipo médico de acuer...
Los partos por cesárea reducen sustancialmente el riesgo de transmisión del sida de la madre al hijo. Como ya se había apuntado en estudios preliminares, una investigación iniciada en 1993 en Italia en la que han colaborado numerosos hospitales de toda Europa confirma que el parto por cesárea reduce a más de la mitad el riesgo de contagio. En un artículo que publica la revista The Lancet, los autores sostienen que este tipo de parto debe incluirse en los protocolos como el más indicado para las embarazadas portadoras del virus del sida, salvo opinión contraria del equipo médico de acuerdo con la situación de cada paciente.El parto por cesárea se convierte así en un instrumento de profilaxis del sida, según el estudio. Para llegar a esta conclusión se han estudiado los casos de 370 niños nacidos de madres infectadas. Un grupo asignado al azar tuvo parto programado por cesárea, y el otro parto vaginal normal. Entre los 203 niños que nacieron por cesárea, se produjeron siete casos de contagio (3,4%), mientras que entre los 167 niños nacidos por parto vaginal, el número de contagios fue de 15 (10,2%).
El bebé puede resultar contagiado durante la gestación, por recibir sangre contaminada en el útero en el proceso de alimentación intrauterina, o durante el parto. El riesgo es mucho mayor durante el parto. Para reducirlo, algunos equipos han comenzado a suministrar a la madre durante el embarazo tratamiento profiláctico con zidovudina, el primer antirretroviral que se comercializó para combatir el virus. La administración del tratamiento reduce la concentración de virus en la sangre de la madre y, por tanto, disminuye también el riesgo de transmisión del virus al hijo durante el parto.