Los ecologistas piden que el uso de cebos envenenados se considere delito

Andalucía es la comunidad autónoma en la que más animales, incluidos ejemplares de especies en peligro de extinción, mueren por la ingestión de cebos envenenados, según informaron ayer los portavoces del programa Antídoto, integrado por varios colectivos ecologistas. Juan Clavero, representante de Ecologistas en Acción, esgrimió el elevado número de ejemplares recogido por los colaboradores del programa desde 1990, para reclamar que la Ley de Coservación de la Naturaleza (en elaboración) considere "delito muy grave" el envenenamiento de un individuo de especie protegida y establezca la suspens...

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Andalucía es la comunidad autónoma en la que más animales, incluidos ejemplares de especies en peligro de extinción, mueren por la ingestión de cebos envenenados, según informaron ayer los portavoces del programa Antídoto, integrado por varios colectivos ecologistas. Juan Clavero, representante de Ecologistas en Acción, esgrimió el elevado número de ejemplares recogido por los colaboradores del programa desde 1990, para reclamar que la Ley de Coservación de la Naturaleza (en elaboración) considere "delito muy grave" el envenenamiento de un individuo de especie protegida y establezca la suspensión definitiva del permiso de aprovechamiento cinegético para los cotos de caza en los que se produzca. Los ecologistas subrayaron que los cebos envenenados se han convertido en la principal amenaza para la fauna andaluza, fundamentalmente para las aves. Así, en la última década, se han encontrado 49 águilas reales muertas en la región a causa del uso de venenos por parte de ganaderos o cazadores. Clavero destacó la situación de la Serranía de Ronda, en la que desde 1991 se han recogido 50 cadáveres de buitres leonados. "Estos casos de envenenamiento masivo sólo son un episodio más del reiterado uso de estas sustancias por parte de los ganaderos de la comarca para matar perros y zorros y preservar sus reses". El portavoz ecologista citó fuentes de la Estación Biológica de Doñana para asegurar que tanto en el Parque Nacional como en el Parque Natural se recogen, sobre todo en primavera, numerosos ejemplares de milano negro envenenados, además de individuos de la misma especie muertos por las mismas causas en sus nidos. Para evitar el uso indiscrimado de estas sustancias, los ecologistas propusieron restringir la venta de los productos agroquímicos que sirven de base a los veneno. Para estos casos, los integrantes del proyecto Antídoto consideran imprescindible la receta de un perito al que se deberán reclamar responsabilidades en caso de que el producto se use como veneno.

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