El concejal de Obras vulneró tres preceptos legales al abrir su negocio

Enrique Villoria, concejal de Obras de Madrid desde hace diez años, vulneró tres preceptos legales al abrir un negocio privado en mayo de 1994, cuando dirigía una de las áreas con más presupuesto del Ayuntamiento. El edil popular omitió incluir en su obligatoria declaración de bienes para el registro municipal su actividad como presidente y accionista en Denver Europa, una empresa de asesoría fiscal, jurídica e inmobiliaria, de compraventa de inmuebles y de distribución alimentaria. Las normas legales en vigor consideran obligatorio la declaración de todas las actividades privadas de un concej...

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Enrique Villoria, concejal de Obras de Madrid desde hace diez años, vulneró tres preceptos legales al abrir un negocio privado en mayo de 1994, cuando dirigía una de las áreas con más presupuesto del Ayuntamiento. El edil popular omitió incluir en su obligatoria declaración de bienes para el registro municipal su actividad como presidente y accionista en Denver Europa, una empresa de asesoría fiscal, jurídica e inmobiliaria, de compraventa de inmuebles y de distribución alimentaria. Las normas legales en vigor consideran obligatorio la declaración de todas las actividades privadas de un concejal (véase cuadro). El concejal se alió en Denver Europa con Pablo Población, militante del PP y gerente de la sociedad Campo de las Naciones, que preside el propio Villoria.El edil popular tampoco sometió al pleno del Ayuntamiento su declaración de compatibilidad para poder ejercer actividades en empresas privadas o participar en su accionariado, como obliga el reglamento de organización y funcionamiento de las entidades locales.

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Denver Europa tuvo tratos con otras empresas que, a su vez, contrataron con la sociedad municipal Campo de las Naciones. Una posibilidad que no permite la Ley de Incompatibilidades del personal al servicio de las administraciones públicas.

Villoria, el concejal del PP con más antigüedad en el Ayuntamiento de Madrid, defendió ayer que no es obligatorio declarar su negocio privado en el registro municipal de intereses: "No hay la menor obligación de informar al Ayuntamiento", declaró antes de entrar al pleno municipal.

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, no quiso analizar si los negocios de Villoria son compatibles con el cargo público porque, según comentó, le disgusta hablar sobre "informaciones no contrastadas". Pero, por si acaso, echó una mano al edil: "No me preocupa excesivamente que Villoria venda caramelos". PASA A LA PÁGINA 3

Villoria no declara su negocio particular porque es "como tener una mercería en Vallecas"

VIENE DE LA PÁGINA 1El concejal Villoria reconoció ayer que no ha controlado en los casi cinco años de vida de Denver Europa si "dos o tres" de sus clientes "han tenido alguna relación con el Ayuntamiento". Esos dos o tres clientes (Caramelos Pinedo, de Burgos, grupo Mallorca y Sánchez Lorenzo) sirven o han servido en los últimos meses al Campo de las Naciones, sociedad municipal que preside Villoria y dirige Población.

El portavoz socialista, Juan Barranco, tiró ayer de legislación para poner en duda la actuación de Villoria. Barranco recordó que la Ley de Contratos reza que los dirigentes políticos deberán abstenerse en decisiones administrativas cuando tengan interés personal en el asunto de que se trate o "en otro en cuya resolución pudiera influir la de aquél, cuando sean administradores de sociedad o entidad interesada, o tengan alguna cuestión litigiosa pendiente con algún interesado".

La Ley de Contratos de las Administraciones Públicas de 1995, en su artículo 20, prohíbe contratar con las administraciones públicas a quienes estén incursos en las incompatibilidades que marca la Ley de Altos Cargos de 26 de diciembre de 1984, cuyas disposiciones son "aplicables a las comunidades autónomas y a las entidades locales". Dicha ley establece en su artículo 2.2: "Los titulares de altos cargos no podrán tener, por sí o junto con su cónyuge e hijos dependientes y personas tuteladas, participaciones superiores a un 10% en empresas que tengan conciertos o contratos, de cualquier naturaleza, con el sector público estatal, autonómico o local".

Un tercio del accionariado

Villoria posee un tercio (el 33%) del accionariado de Denver Europa. Su empresa pujó por un concurso del Ministerio de Defensa, que se considera sector público estatal. Además, Denver Europa suministra alimentos a un economato de un organismo también público, el Banco de España. Hay división de opiniones entre sus socios sobre si Denver vendió directamente caramelos a Campo de las Naciones, una empresa propiedad del Ayuntamiento de Madrid.

Villoria recordó ayer que cualquier político, antes de serlo, tiene una vida privada y puede desarrollar determinadas actividades empresariales. En su caso, dicha actividad empresarial arranca en pleno apogeo político (1994), cuando lleva ejerciendo el cargo de concejal de Obras casi cinco años. Y abre un negocio privado con el gerente de la sociedad municipal que preside.

Villoria, que aseguró que su empresa sólo vendía "caramelos y bacalaos", y que la definió como "medianilla", y que la comparó con "una mercería de Vallecas", pese a que factura 130 millones de pesetas al año, para justificar por qué no la incluyó en su declaración de intereses, está convencido de que su actividad privada no colisiona con su cargo municipal.

Denver Europa vende a la casi totalidad de las grandes superficies de Madrid, cuyos propietarios mantienen relación con el Ayuntamiento, pues tramitan licencias en el área de Urbanismo que pasan por una comisión en la que está presente el concejal de Obras.

Villoria interpreta que una sociedad intermediaria en comercio, y cuyo objeto social (asesoría fiscal, inmobiliaria, compraventa de inmuebles) colisiona con en su actividad política (concejal de Obras), no debía ser declarada.

De este modo, ningún concejal de la oposición ni el secretario general del Ayuntamiento de Madrid, que vela por la legalidad de todos los actos administrativos que se producen en las distintas áreas municipales, podrían conocer quién estaba detrás de Denver en el supuesto de que concursara o tuviera relaciones con proveedores o contratistas municipales.

El legislador afinó tanto en la pureza de la contratación que en la Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de la Función Pública de 1984, de aplicación a los "miembros electivos" de las corporaciones locales, prohíbe "las actividades profesionales prestadas a personas a quienes se esté obligado a atender en el desempeño del puesto público".

La empresa de Enrique Villoria, Denver Europa, prestó una actividad profesional a tres contratistas (Caramelos Pinedo, supermercados Sánchez Romero y cafeterías Mallorca) de la sociedad municipal de la que es presidente.

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