La UE reserva 55.000 millones para construir viviendas

ENVIADO ESPECIALUn estudio técnico, realizado por encargo de la Comisión Europea, estima que la reconstrucción de las viviendas destruidas en la guerra de Kosovo costaría 330 millones de euros (55.000 millones de pesetas). La posibilidad de que la Unión Europea (UE) financie la reconstrucción se maneja entre bastidores en las negociaciones de paz, para tratar de conseguir que los kosovares acepten el acuerdo político. En la reciente conferencia de Rambouillet, los kosovares se resistieron a firmar un acuerdo final, que no garantiza la celebración dentro de tres años de un reférendum sobre la i...

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ENVIADO ESPECIALUn estudio técnico, realizado por encargo de la Comisión Europea, estima que la reconstrucción de las viviendas destruidas en la guerra de Kosovo costaría 330 millones de euros (55.000 millones de pesetas). La posibilidad de que la Unión Europea (UE) financie la reconstrucción se maneja entre bastidores en las negociaciones de paz, para tratar de conseguir que los kosovares acepten el acuerdo político. En la reciente conferencia de Rambouillet, los kosovares se resistieron a firmar un acuerdo final, que no garantiza la celebración dentro de tres años de un reférendum sobre la independencia de la provincia serbia.

La guerra de baja intensidad en Kosovo ha provocado ya más de 2.000 muertos. Este número no refleja, ni mucho menos, el grado de destrucción sufrido por muchos pueblos, como consecuencia de la política de tierra calcinada, aplicada por las fuerzas serbias durante la ofensiva del pasado verano contra el Ejército de Liberación de Kosovo. Las consecuencias de esta estrategia militar quedaron reflejadas en las imágenes de los miles de kosovares obligados a buscar refugio en los bosques y montañas.

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Kosovo es una región tradicional de emigración. Decenas de miles de kosovares viven en lo que ellos llaman la diáspora, en busca de trabajo y prosperidad en los países de Europa Occidental, sobre todo Alemania y Suiza. Llama la atención en las aldeas de Kosovo la cantidad de casas con construcción de buena calidad. Esas casas son, o eran, expresión palpable de años de penalidades y sacrificios en la diáspora.

Con la ofensiva serbia del verano, un gran número de esas casas quedaron destruidas, incendiadas y saqueadas. Muchos kosovares vieron así aniquilado en instantes el trabajo de toda una vida. Ahora, la Comisión Europea acaba de recibir un dictamen de lo que costaría la reconstrucción de las viviendas destruidas en la guerra de Kosovo: 330 millones de euros.

Ayer, en Pristina, el presidente, Ibrahim Rugova, cuyo papel como líder de Kosovo se encuentra cada vez más en tela de juicio, declaró que la parte albanesa trabajará los próximos 15 días en la elaboración de una estrategia común con vistas a la reanudación de las conversaciones de paz. En estos momentos, una ofensiva del Ejército yugoslavo sería contraproducente, dijo Rugova.

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