Los regantes de Murcia rechazan decretar la sequía

La Junta de Hacendados (regantes) de la Vega Baja del río Segura rechaza la petición de la Confederación Hidrográfica al Gobierno de la nación para que decrete el estado de sequía en la región. Este decreto supone otorgar plenos poderes al ejecutivo de la cuenca fluvial para proponer una modificación de los derechos al uso del agua en las cantidades establecidas por las concesiones.Alfonso Gálvez, presidente de la Junta de regantes tradicionales que cultivan alrededor de 23.000 hectáreas por el sistema de inundación, cree que aunque se encuentran en una situación límite, la medida es precipita...

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La Junta de Hacendados (regantes) de la Vega Baja del río Segura rechaza la petición de la Confederación Hidrográfica al Gobierno de la nación para que decrete el estado de sequía en la región. Este decreto supone otorgar plenos poderes al ejecutivo de la cuenca fluvial para proponer una modificación de los derechos al uso del agua en las cantidades establecidas por las concesiones.Alfonso Gálvez, presidente de la Junta de regantes tradicionales que cultivan alrededor de 23.000 hectáreas por el sistema de inundación, cree que aunque se encuentran en una situación límite, la medida es precipitada y sería mejor esperar un poco a ver si llueve. "El año pasado tuvimos para cuatro riegos; éste no tendremos ni para tres, pero disponemos de 140 millones de metros cúbicos. Nosotros, por ser anteriores a 1933 somos los que primero tenemos derecho a usar ese agua; si hay 240 millones quedarían 90 para el resto de regantes. Preferimos repartir entre nosotros el agua, no hacerlo a través de un decreto".

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Casi en el otro extremo de la cuenca mediterránea, junto al Delta del Ebro, 1.800 familias de regantes carecen de esa posibilidad. Miguel Veirat, presidente de la comunidad de regantes de Ulldecona (Tarragona) afirma que las nuevas plantaciones de naranjos en las que se han invertido 20.000 millones de pesetas, necesitan agua para que no se pierdan. Han mantenido reuniones con la Confederación del Júcar -de la que dependen- y la Generalitat de Cataluña para abrir pozos de sequía valorados en 60 millones de pesetas. "Acordamos abrirlos hace un mes pero aquí nadie ha venido con el dinero. Todo son buenas palabras".

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