El robo del sumario judicial contra Hachuel "evaporó" una prueba clave

El titular del Juzgado de lo Penal 26 de Madrid, José Luis Trujillano, no ha logrado reconstruir todas las diligencias judiciales sobre el caso del empresario Jacques Hachuel. Le falta una prueba testifical, de las llamadas anticipadas, que sólo constaba entre los tomos que poseía el magistrado en su juzgado y que desaparecieron días antes de la última fecha prevista para la celebración del juicio.La prueba, según fuentes de las partes, es clave. Consiste en el testimonio de un arquitecto francés, amigo del empresario, que, "quizá sin darse cuenta, desmontó por completo la confesión exc...

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El titular del Juzgado de lo Penal 26 de Madrid, José Luis Trujillano, no ha logrado reconstruir todas las diligencias judiciales sobre el caso del empresario Jacques Hachuel. Le falta una prueba testifical, de las llamadas anticipadas, que sólo constaba entre los tomos que poseía el magistrado en su juzgado y que desaparecieron días antes de la última fecha prevista para la celebración del juicio.La prueba, según fuentes de las partes, es clave. Consiste en el testimonio de un arquitecto francés, amigo del empresario, que, "quizá sin darse cuenta, desmontó por completo la confesión exculpatoria de Hachuel" en este asunto. Hachuel, quien se enfrenta a una petición del fiscal de 11 años de cárcel por delitos contra la Hacienda pública y falsedad documental, ha visto cómo su juicio ha sido suspendido tres veces en los últimos meses por distintas causas. La última vez, por el supuesto robo de cuatro tomos de las diligencias (unos mil folios judiciales).

El delito contra Hacienda que el fiscal atribuye a Hachuel fue cometido, supuestamente, a través de la empresa Martolinas, cuyo responsable también deberá sentarse en el banquillo. El fiscal afirma que Hachuel realizó una deducción indebida del impuesto de sociedades, por importe de 224 millones de pesetas, y que obtuvo una devolución de 474 millones tras construir en 1991 una casa en Madrid y otra en Santander, que utilizaba como vivienda habitual y residencia de verano, respectivamente. Hachuel tiene declarado que ambas viviendas eran de Martolinas, extremo que desmintió el citado arquitecto. De ahí la importancia de la prueba aún no reconstruida.

Reconstrucción

Tras el último aplazamiento de la vista oral, el juez citó al fiscal y a los abogados de las partes y reconstruyó las diligencias con los documentos fotocopiados del proceso que éstos tenían. Sin embargo, ninguna de las partes poseía el testimonio del arquitecto, que recogió un estenotipista y del que las partes personadas no se llevaron ninguna copia.

Fuentes de la acusación en el proceso contra Hachuel consideran que esta prueba es "muy importante y necesaria para el desarrollo del juicio". El problema es cómo y cuándo se podrá reconstruir. Fuentes jurídicas aseguran que no habrá ningún problema y que es factible reproducirla durante el juicio. Es decir, se citará al testigo en Francia para que acuda al juicio y responda a las preguntas de las partes, con lo que la prueba quedaría reconstruida. No obstante, cabe la posibilidad de que el arquitecto modifique el sentido de su declaración inicial. El juicio, pues, se va a celebrar. Aunque aún no hay fecha, lo cierto es que no va a sufrir nuevas demoras y podrá celebrarse en cuestión de semanas si no surge ningún nuevo obstáculo.

La desaparición de cuatro de los tomos que configuran las diligencias contra Hachuel sigue siendo un misterio. Las diligencias han desaparecido, pero la policía no ha observado signos de violencia en la puerta del juzgado.

Las hipótesis sobre lo ocurrido son múltiples y caben varias posibilidades: una, alguien que ha entrado en el juzgado en horas de visita y se ha llevado los tomos del sumario aprovechando un descuido de los funcionarios, y dos, que los citados tomos estén traspapelados y aparezcan en el futuro.

En cualquier caso, el asunto está manos del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid. Al ver que había desaparecido parte de las diligencias del caso Hachuel, el juez Trujillano, encargado del caso, presentó una denuncia en el juzgado de guardia. La investigación ha correspondido al Juzgado 46. También informó del hecho al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

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