FÚTBOL 23ª. JORNADA DE LIGA

El Tenerife marca y se agota en Vitoria

La picardía de Julio Salinas descompone a los insulares, incapaces ante el orden del Alavés

Tres goles, una victoria y siete puntos en la caja registradora. Tres circunstancias inhabituales para un equipo como el Alavés, ayer enfrentado a uno de esos raros compromisos accesibles, y por lo tanto, vitales.El típico duelo de desheredados prometía oxígeno para ambos afectados. Y el alavés rellenó su liviana bombona con una victoria que al margen de los tres puntos en juego le conceden los tres que no gana su rival directo y el que se remite a los coeficientes particulares. El conjunto de Mané confirmó su condición de equipo rocoso, nada distraído por su precariedad, y ratificó lo obvio: ...

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Tres goles, una victoria y siete puntos en la caja registradora. Tres circunstancias inhabituales para un equipo como el Alavés, ayer enfrentado a uno de esos raros compromisos accesibles, y por lo tanto, vitales.El típico duelo de desheredados prometía oxígeno para ambos afectados. Y el alavés rellenó su liviana bombona con una victoria que al margen de los tres puntos en juego le conceden los tres que no gana su rival directo y el que se remite a los coeficientes particulares. El conjunto de Mané confirmó su condición de equipo rocoso, nada distraído por su precariedad, y ratificó lo obvio: el Tenerife es un esqueleto. Los insulares se agitaron después de obtener uno de esos goles relámpago. Por la rapidez de su ejecución y por lo imprevisto. Después, al Alavés le bastó con derrochar orden (para llegar) y entusiasmo (su seña de identidad) para sacudir a un Tenerife a penas preparado para recibir brisas. Un error defensivo aquí, la picardía de Salinas un poco más lejos (sólo a este equipo puede hacerle tanto daño el veterano jugador), y el Alavés alcanzaba la caseta con una sobredosis de emociones. Todo muy fácil, por una vez. La reanudación sirvió todo un despliegue de impotencia tinerfeña: volvieron a silbar los pelotazos para esquivar el orden y la presión local. Su agarrotamiento ensanchó la sonrisa de los vitorianos, que se despidieran hinchados, a imagen de un conjunto sobrado de recursos. Un espejismo, en realidad, lamentablemente desapercibido por los visitantes.

ALAVÉS 3-TENERIFE 1

Alavés: Tito; Ibon Begoña, Iván Rocha, Carmona, Belsué; Desio, Sívori (Azkoitia, m. 45), Pablo, Vitamina Sánchez (Berti, m. 80); Julio Salinas y Magno (Canabal, m. 70).Tenerife: Montoya; Dani, Lussenhof, Julio LLorente, Javi López; Basavilbaso, Chano, Jokanovic, Pinilla (Felipe, m. 68); Juanele (Kodro, m. 45) y Makaay. Goles: 0-1. M. 31. Juanele aprovecha un pase de Makaay y un despiste de la defensa para batir por bajo a Tito. 1-1. M. 42. Magno, libre de marca, empuja a la red un centro de Sívori desde la derecha. 2-1. M. 44. Pablo aporvecha un penalti cometido sobre Salinas. 3-1. M. 93. Berti culmina una jugada personal de Salinas dentro del área. Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Ibon Begoña, Salinas y Jokanovic. 25.000 espectadores en Mendizorroza.

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