Cuatro exposiciones revisan la transformación de la Barcelona democrática
Cuatro exposiciones permiten, desde ayer, apreciar las transformaciones hechas en Barcelona desde la elección del primer consistorio democrático (1979) hasta hoy y los proyectos que deben culminar en el año 2004. Las sedes de las exposiciones son tres colegios profesionales (Aparejadores, Arquitectos e Ingenieros industriales) y el propio Ayuntamiento. El alcalde la inauguró ayer y aseguró que todos estos cambios se han hecho con el motor de la gente que "no se conformaba con menos".
Las cuatro exposiciones fueron inauguradas ayer por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, que estuvo acomp...
Cuatro exposiciones permiten, desde ayer, apreciar las transformaciones hechas en Barcelona desde la elección del primer consistorio democrático (1979) hasta hoy y los proyectos que deben culminar en el año 2004. Las sedes de las exposiciones son tres colegios profesionales (Aparejadores, Arquitectos e Ingenieros industriales) y el propio Ayuntamiento. El alcalde la inauguró ayer y aseguró que todos estos cambios se han hecho con el motor de la gente que "no se conformaba con menos".
Las cuatro exposiciones fueron inauguradas ayer por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, que estuvo acompañado por la mayoría del equipo de Gobierno, además de por los máximos dirigentes de los colegios profesionales y el comisario de las exposiciones, Josep Maria Montaner. El recorrido entre el Colegio de Aparejadores (junto a la diagonal) y la zona de la catedral, donde está el resto de exposiciones, se hizo en bicicletas aportadas por el municipio, además de en un autobús. Las cuatro exposiciones están divididas por temas: el Colegio de Aparejadores acoge la dedicada a la Barcelona verde; el de Ingenieros ha optado por las infraestructuras; la sede del Colegio de Arquitectos agrupa información sobre la Barcelona urbana y el Ayuntamiento se ha reservado la logística. El conjunto ha sido bautizado como La Barcelona que estamos haciendo. 1979-2004. Del desarrollo a la ciudad de la calidad. El conjunto, desigual en tratamiento y tamaño, está acompañado por una pieza que forma parte integrante de la exposición: el catálogo, editado en castellano, catalán e inglés. El volumen está formado por 288 páginas de gran formato y con fotografías y gráficos a todo color que repasa algunos de los puntos más interesantes de la transformación hecha y de los cambios en curso, como los previstos en el delta del Llobregat o en el noreste de la ciudad (Sagrera-Poblenou). Un texto que, como destacó Montaner, es a la vez "entusiasta y crítico" como corresponde a "esta Barcelona contradictoria y plural". Clos recordó que, en 1979, el desarrollo de los años sesenta y setenta había ya terminado, dejando un ciudad en la que el desastre urbanístico convivía con la contaminación casi constante. Hoy, dijo, la ciudad ha cambiado, gracias en parte a la gente, que "no ha querido conformarse con menos", y a la urbanización de 22.000 hectáreas en la periferia de la ciudad, en un entorno que, recordó Clos, forma un continuo con Barcelona, la "ciudad real", con una cultura "bilingüe, mestiza y diversa". El alcalde pidió a la población que siga siendo el motor de las transformaciones con propuesta de futuro y explicó que esa misma mañana, mientras iba de una a otra exposición, un joven arquitecto le había explicado el proyecto de construir una pista para hidroaviones junto a la desembocadura del Besòs. El catálogo, correlato de las cuatro exposiciones, revisa 13 puntos centrales de la evolución barcelonesa: la logística, la comunicación y el transporte, el plan del delta del Llobregat, el Besòs y el 2004, las energías, Ciutat Vella, el Eixample, la renovación de los tejidos urbanos, los proyectos del noreste, el frente marítimo, los espacios públicos, el arte y el mobiliario urbano y la ciudad sostenible. El texto incluye también un paseo por la ciudad literaria, hecho por el crítico Àlex Broch y con diversos poemas de Joan Margarit. La exposición se mantendrá abierta hasta el próximo 4 de abril.