La Policía Municipal filmará con vídeos y desde coches camuflados a los infractores en la M-30

La Policía Municipal anunció ayer la puesta en marcha de un nuevo sistema para sorprender a los conductores temerarios. En un mes, los agentes locales sacarán a la calle cuatro coches camuflados y equipados con radar, desde los que filmarán en vídeo a los infractores. Su principal zona de acción será la M-30.La medida fue dada a conocer por la Policía Municipal, después de que se hiciese público que los radares instalados en la citada ronda habían dejado de funcionar. Un hecho bien conocido por los conductores y que, como reconoce la propia Policía Municipal en sus informes (veáse EL PAÍS de a...

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La Policía Municipal anunció ayer la puesta en marcha de un nuevo sistema para sorprender a los conductores temerarios. En un mes, los agentes locales sacarán a la calle cuatro coches camuflados y equipados con radar, desde los que filmarán en vídeo a los infractores. Su principal zona de acción será la M-30.La medida fue dada a conocer por la Policía Municipal, después de que se hiciese público que los radares instalados en la citada ronda habían dejado de funcionar. Un hecho bien conocido por los conductores y que, como reconoce la propia Policía Municipal en sus informes (veáse EL PAÍS de ayer), ha provocado en el último año un aumento en la velocidad de circulación (de 68 a 71 kilómetros por hora) y, consecuentemente, de los accidentes (pasaron de 1.401 a 1.746).

Entre las causas alegadas por la Jefatura de Policía Municipal para explicar esta inactividad de los radares figura la "peligrosidad" de su instalación en la M-30. "La vía carece de las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de los conductores en general y de los agentes en particular, habiéndose producido, de hecho, hace unos años un accidente en el que perdieron la vida los dos componentes de un equipo de radar estacionado en el arcén", señala la Policía Municipal en un comunicado. Para solventar esta situación, la policía propone sacar a la calle cuatro coches dotados con radares móviles y que empleen un equipo de filmación en vez de fotografías. "Además, desde hace varios meses se está estudiando la instalación de radares fijos en postes, habiéndose realizado ya incluso algunas pruebas con este tipo de aparatos", indica el comunicado.

El inspector jefe de la Policía Municipal, José Manuel Morales, añadió ayer otra razón para utilizar los coches camuflados: "Las sanciones que ponían los agentes con radares en coches parados se convertían en papel mojado, casi imposibles de cobrar, porque eran muy difíciles de notificar al momento al infractor", explica Morales.

El sistema va a cambiar, por lo menos en la M-30. "Los coches camuflados, cuando descubran a un vehículo que va demasiado rápido, circularán detrás de él. Cuando los agentes hayan recogido pruebas de que la velocidad del automóvil es la indebida, avisarán al infractor para que detenga su vehículo en un lugar lo suficientemente resguardado como para que la maniobrea no acarree ningún riesgo para el resto de la circulación", concluyó el inspector jefe de la Policía Municipal.

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