Fontilles desarrolla 18 proyectos de asistencia a leprosos en el mundo El sanatorio cumple 90 años de lucha contra la enfermedad

El Sanatorio de Fontilles, situado en la Vall de Laguart, cumple 90 años de su fiundación con 18 proyectos de asistencia a enfermos de lepra alrededor del mundo. Prácticamente erradicada la enfermedad en España, la geografía de la lepra coincide ahora con la del subdesarrollo, por lo que este sanatorio desarrolla dieciocho proyectos de asistencia en todo el mundo y, en especial, en la India y China y en países de África y Latinoamérica, lugares azotados por la enfermedad.

El Sanatorio de Fontilles está bordeado por una muralla de cuatro kilómetros y de tres metros de altura. Para los pu...

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El Sanatorio de Fontilles, situado en la Vall de Laguart, cumple 90 años de su fiundación con 18 proyectos de asistencia a enfermos de lepra alrededor del mundo. Prácticamente erradicada la enfermedad en España, la geografía de la lepra coincide ahora con la del subdesarrollo, por lo que este sanatorio desarrolla dieciocho proyectos de asistencia en todo el mundo y, en especial, en la India y China y en países de África y Latinoamérica, lugares azotados por la enfermedad.

El Sanatorio de Fontilles está bordeado por una muralla de cuatro kilómetros y de tres metros de altura. Para los pueblos de alrededor, su construcción, que se inició en 1923 y se concluyó ocho años después, fue una medida necesaria: querían aislar la amenaza de la lepra. Ahora, cuando este Sanatorio de la Marina Alta, que fue pionero en aplicar tratamientos médicos para curar la enfermedad, acaba de cumplir 90 años, los muros que lo rodean, ya no delimitan el miedo al contagio ni el rechazo social. "Son sólo un recuerdo histórico", afirma el subdirector de Fontilles, José Luis Beneito. El sanatorio comenzó a funcionar el 17 de enero de 1909. Ese día entraron los primeros ocho enfermos, que procedían de distintos lugares de la Comunidad Valenciana. La iniciativa de su construcción partió del padre jesuita Carlos Ferrís, que era natural de Albal, y de Joaquín Ballester de Tornos. El subdirector advierte que la idea del centro se planteó, por vez primera, en diciembre de 1901. "En la Marina Alta, había muchos leprosos y carecían de una debida atención", recuerda. Poco después de su inauguración, ya recibía a enfermos de toda España. "Fontilles es pionero porque hasta entonces no había esperanza de curar a los leprosos y se los confiaba en los lazaretos", explica Beneito, al tiempo que señala que los médicos de este centro, ya en 1940, aplicaban los tratamientos especiales de sulfonas que, descubiertos en Estados Unidos fueron el primer remedio eficaz contra la lepra. Los avances en la curación de esta afección no han servido del todo, como lamenta el subdirector, para disolver el rechazo social que la lepra todavía engendra. Beneito aclara que esta enfermedad no es contagiosa y que "se contrae por una falta de inmunidad que se produce por una situación continuada de desnutrición y de falta de higiene y de vivienda adecuada". Noventa años después de su entrada en funcionamiento, el Sanatorio alberga a 102 internos, que tienen una media de 65 años. Además, sus cuatro médicos permanentes ofrecen asistencia ambulatoria a 200 enfermos de España y el extranjero. Fontilles continúa hoy a la cabeza de la lucha contra la lepra con un centro de estudio, investigación y docencia, creado hace 50 años, donde se han impartido 70 cursos internacionales, unos dirigidos a doctores de medicina y otros a quienes están interesados en la práctica de la curación de esta enfermedad, así como en la participación en 18 proyectos de asistencia en los países más azotados por la enfermedad.

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