Ana Botella "toma" la Feria

Pocos recordaban tanta expectación en una inauguración de Textilhogar, uno de los certámenes más prestigiosos de los que se celebran en la Feria de Valencia. ¿Sería por los 30 años que cumple? ¿Por el buen momento del sector? No. Todos, incluido un equipo de Canal 9 que hizo una generosa conexión en directo, esperaban a Ana Botella, la esposa del presidente del Gobierno, José María Aznar, a quien los responsables del certamen habían invitado, en calidad de primera dama para dar glamour a la fiesta. Olvidaron, quizá, los organizadores que en España el título de primera dama no corresponde a la ...

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Pocos recordaban tanta expectación en una inauguración de Textilhogar, uno de los certámenes más prestigiosos de los que se celebran en la Feria de Valencia. ¿Sería por los 30 años que cumple? ¿Por el buen momento del sector? No. Todos, incluido un equipo de Canal 9 que hizo una generosa conexión en directo, esperaban a Ana Botella, la esposa del presidente del Gobierno, José María Aznar, a quien los responsables del certamen habían invitado, en calidad de primera dama para dar glamour a la fiesta. Olvidaron, quizá, los organizadores que en España el título de primera dama no corresponde a la compañera del presidente del ejecutivo. Pero, ¿quién repara en estas nimiedades ante tanta expectación? Desde luego no las decenas de personalidades que formaban la larga cola que daba la bienvenida oficial a tan prestigiosa visitante. Algún periodista llegó a infiltrarse en la fila ante el ambiente lúdico-festivo que se respiraba. Unos minutos después de la hora prevista se produjo la aparición estelar. Con un traje gris, cubierto con un abrigo blanco, tocado con un pañuelo marrón y con su sonrisa de domingo, Ana Botella, tomaba territorio ferial. Y nada más llegar, la primera sorpresa. El teléfono móvil de la señora de Aznar sonó ante la sorpresa del respetable. El consejero de Industria, Diego Such, el delegado del Gobierno, Carlos González Cepeda, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tuvieron que esperar varios minutos para que Ana Botella atendiese la llamada. ¿Pero, quién era el interlocutor? Todos especularon con que le comunicaron la gran noticia del día. Francisco Álvarez Cascos y Gema Ruiz habían tenido un hijo. "Me han dicho que están bien. Lo primero que tengo que hacer cuando llegue a Madrid es ir a verles", dijo Ana Botella. Reanudado el acto inaugural, Ana Botella cortó la cinta. Lo hizo con unas relucientes tijeras servidas en bandeja de plata. No se sabe por qué curioso mecanismo del azar, Ana Botella cortó sólo un trozo de la cinta que representaba la bandera de España, sin tener en cuenta que la otra mitad era la enseña de la Comunidad Valenciana. A partir de ese instante se inició un recorrido de más de dos horas por toda la feria. Ana Botella, de la que no se separó ni un instante Rita Barberá, pidió no utilizar el habitual trenecito que sirve para visitar el recinto de forma descansada y rápida. Pero Ana tenía tiempo. Visitó a 18 expositores. Más de dos horas. A mitad del recorrido atendió a los periodistas. Conocía la lección. "El sector textil es muy importante, creo que genera 45.000 puestos de trabajo, exporta un 40% de su producción y además [Textilhogar] es la primera feria que se creó en España, y cada vez irá a más", dijo. Destacó "el diseño y un colorido" de las telas, "el mismo colorido que Valencia" y añadió: "A mí me gustan las casas cálidas, y las telas la verdad es que dan mucha calidez", palabras que a muchos recordaron la frialdad que, según Ana Botella, tenía la Moncloa antes de su llegada. El larguísimo periplo iba provocando bajas en la comitiva, como la del consejero Such que se rezagaba de la cabeza. Cerca de las dos de la tarde acabó el trayecto. Una cerveza y un cigarrillo sirvieron para recuperar a Ana Botella, que emprendió regreso a Madrid.

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