La música y la educación
A través de este escrito no pretendo sino hacer llegar el atentado que una vez más se produce contra la música a través de la reducción horaria que propugna el Proyecto de Reforma de la Enseñanza Secundaria Obligatoria y desde cuya propia exposición de motivos, cínicamente por lo incoherente de la afirmación, se insta a las administraciones educativas a que promuevan la formación artística y musical.Música, ciencia y arte marginados una vez más en este país y por el sistema educativo español. Y es que hemos alcanzado los objetivos económicos que marcaba la Comunidad Europea para nuestro ingres...
A través de este escrito no pretendo sino hacer llegar el atentado que una vez más se produce contra la música a través de la reducción horaria que propugna el Proyecto de Reforma de la Enseñanza Secundaria Obligatoria y desde cuya propia exposición de motivos, cínicamente por lo incoherente de la afirmación, se insta a las administraciones educativas a que promuevan la formación artística y musical.Música, ciencia y arte marginados una vez más en este país y por el sistema educativo español. Y es que hemos alcanzado los objetivos económicos que marcaba la Comunidad Europea para nuestro ingreso en la misma, pero no así los culturales, de los que nos encontramos a años luz del resto de Europa, donde la cultura musical tiene una larga tradición.
De todos es conocida la grandeza de este lenguaje universal y de su importancia para el desarrollo de capacidades hasta ahora obviadas como para intentar en unas pocas líneas resumir todo lo que sobre ella se ha dicho. Como profesional y estudiante de música, como licenciada en derecho y, ante todo, como persona rechazo dicho proyecto, por entender que la Administración educativa, una vez más, da palos de ciego, encubriendo, mediante esta retrógrada medida que atenta contra el espíritu de la reforma educativa, el problema de base, que es el que está afectando en gran medida al proceso de aprendizaje de todos los alumnos, sin distinción de materias o áreas.
Falla el principio básico de la convivencia, que no es sino el respeto del alumnado a sus profesores y resto de compañeros. Buscar falsas soluciones como la ampliación de determinadas materias, en detrimento de otras de carácter práctico y más afines al espíritu de la LOGSE, no supone sino dar marcha atrás en un proceso de avance y no afrontar los problemas de fondo que conducen al detrimento del sistema educativo.- .