La Estación de Doñana ultima un plan para seguir linces por las heces

Un equipo de científicos de la Estación Biológica de Doñana está ultimando un sistema de detección de la presencia de linces ibéricos a través de la identificación de los excrementos de estos felinos en peligro de extinción, utilizando técnicas de análisis genético de las heces. El lince ibérico es muy difícil de avistar porque se oculta constantemente entre matorrales, donde su pelaje moteado lo hace casi invisible, por lo que los excrementos constituyen un elemento muy útil para la localización de su presencia.

El coordinador del proyecto, Francisco Palomares, dijo ayer que en un futu...

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Un equipo de científicos de la Estación Biológica de Doñana está ultimando un sistema de detección de la presencia de linces ibéricos a través de la identificación de los excrementos de estos felinos en peligro de extinción, utilizando técnicas de análisis genético de las heces. El lince ibérico es muy difícil de avistar porque se oculta constantemente entre matorrales, donde su pelaje moteado lo hace casi invisible, por lo que los excrementos constituyen un elemento muy útil para la localización de su presencia.

El coordinador del proyecto, Francisco Palomares, dijo ayer que en un futuro, por los análisis genéticos de heces, se podría llegar a la identificación de ejemplares concretos, permitiendo calcular la abundancia de sus poblaciones. Los excrementos del lince ibérico tienen un aspecto muy similar a los de otros animales silvestres y la mejor forma de saber si pertenecen a esta especie de felinos es analizando el material genético que contienen las heces, donde hay ADN tanto de las presas que hayan ingerido como del propio animal. En tan sólo un mes, el biólogo José Antonio Godoy, en colaboración con los expertos del Centro para la Investigación del Cáncer de EEUU y utilizando las tecnologías de esta institución norteamericana, consiguió encontrar un fragmento de ADN característico del lince de Doñana que no se encuentra en ningún otro carnívoro ni felino, como el gato montés o el doméstico. Las muestras de sangre y heces de los felinos del Parque Nacional de Doñana han servido como base para este estudio, ahora el reto es saber si este fragmento característico de ADN es igual para toda la especie. Este proyecto, financiado por la Consejería de Medio Ambiente, está dotado con 15 millones de pesetas y pretende poner en marcha en el plazo de un año una técnica efectiva para detectar poblaciones de linces. Esta técnica permitirá contrastar la existencia de linces en toda Andalucía a partir de un mapa de distribución posible que se elaborará utilizando un sistema de información geográfico. Palomares, que ha participado en las Jornadas sobre el Lince Ibérico en Andalucía que han tenido lugar en Huelva este fin de semana, hizo un llamamiento para que se forme un cuerpo de voluntarios que ayuden a recoger muestras de heces por toda Andalucía. La bióloga Ana Píriz, una de las investigadoras de este proyecto, explicó que tras identificar el fragmento de ADN característico del lince, se seleccionó una sección muy pequeña para crear un cebador, un fragmento complementario que se une al ADN del felino y comienza a duplicarlo hasta hacerlo visible a través de una electroforesis. El cebador, de pequeño tamaño debido a que el material genético en los excrementos está muy fragmentado, sólo se activa al encontrar el ADN característico del lince, por lo que se simplifica la identificación de las heces de este felino.

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