La fundación Roger Garaudy restaura la Casa del Bailio para crear la biblioteca de Al Andalus

Córdoba [EN] Para la próxima primavera se inaugurará la biblioteca de Al Andalus que la fundación Roger Garaudy creará en la Casa del Bailío, edificio del siglo XVI que formó parte del solariego de los Fernández de Córdoba y que fue construido por Hernán Ruiz II. Durante los dos últimos años una escuela-taller del INEM, con un presupuesto de cien millones de pesetas, se ha encargado de restaurar el inmueble, rescatando los elementos constructivos primitivos y reponiendo otros como algunos artesonados. La fundación ha participado con cincuenta millones.

La Casa del Bailío fue adquirida h...

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Córdoba [EN] Para la próxima primavera se inaugurará la biblioteca de Al Andalus que la fundación Roger Garaudy creará en la Casa del Bailío, edificio del siglo XVI que formó parte del solariego de los Fernández de Córdoba y que fue construido por Hernán Ruiz II. Durante los dos últimos años una escuela-taller del INEM, con un presupuesto de cien millones de pesetas, se ha encargado de restaurar el inmueble, rescatando los elementos constructivos primitivos y reponiendo otros como algunos artesonados. La fundación ha participado con cincuenta millones.

La Casa del Bailío fue adquirida hace un lustro por la fundación Huseimi que la cede a la Roger Garaudy para la formación de la biblioteca de Al Andalus que almacenará en los más diversos soportes todos los textos sobre la Córdoba califal. "Es casi inconcebible tener los originales de los libros porque no están a la venta y porque su precio sería desorbitado, cuando lo importante es acceder a esa información", afirma José Luis Vilches, consejero delegado de la fundación Roger Garaudy, quien añade que se está en contacto con los grandes museos, archivos y bibliotecas del mundo para que sus obras se puedan conseguir en facsímil o por acceso informático. La fundación Huseimi, radicada en Suiza, tiene entre otros objetivos ayudar a la infancia, mantenimiento de hospitales así como diversas actividades de carácter cultural. También cuenta entre sus fines el de la difusión de la tolerancia y la convivencia entre las tres grandes religiones monoteista. Según Vilches, la coincidencia del trabajo de esta fundación con la de Roger Garaudy facilitó la puesta en marcha de la biblioteca. Aunque los 30 alumnos de la escuela-taller, dirigida por Antonio Salamanca, ya han terminado su trabajo quedan unos ligeros retoques en la misma que permitirán que en unos meses se inaugure la Casa del Bailío. En su nuevo aspecto, este edificio incorporará las más modernas tecnologías en el entorno de un edificio del siglo XVI. En el transcurso de las obras de restauración, dirigidas por el arquitecto Juan Jiménez Povedano, la empresa municipal de viviendas Vimcorsa ha restaurado la fachada, obra de Hernán Ruiz II, autor del cuerpo de campanas de la Giralda. Según Jiménez Povedano, sólo se conserva una tercera parte de la construcción original. "Como casi todas las casas, ésta se ha rehecho totalmente", afirma este arquitecto explicando que se ha rebajado el interior de la planta baja en unos setenta centímetros para recuperar la proporción del arco de acceso al patio principal. En opinión de su autor, en esta rehabilitación se han valorado los elementos originales encontrados, explicando que el trabajo realizado "es el resumen de un trabajo colectivo". La escuela taller ha centrado su labor en albañilería, electricidad y carpintería para la reconstrucción de puertas y artesonados del inmueble, a través de los cursos de formación del INEM en Córdoba. José Luis Vilches ha adelantado el uso futuro que se le dará a la Casa del Bailío. En la planta alta, un gran salón acogerá 16 puestos de trabajo para investigadores, dotados de ordenadores para la consulta de documentación sobre el periodo califal cordobés. La planta baja, por el contrario, estará abierta a otras actividades "porque está en un enclave turístico fantástico y pretendemos dedicarla a funciones culturales de la más diversa índole", afirma Vilches. La sede de la futura biblioteca de Al Andalus formó parte de la casa solariega de los Fernández de Córdoba, familia a la que perteneció el Gran Capitán. Una segregación de la misma pasó a conocerse como Casa del Bailío debido a que uno de sus moradores alcanzó tal dignidad religioso-militar. El edificio corona la cuesta a la que da nombre y que servía de punto de unión entre la Villa y la Ajerquía, divisiones de Córdoba en el medievo.

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