Entrevista:

"Comprar armas para defender al islam es un deber religioso"

Osama Bin Laden, el presunto cerebro de los ataques a dos embajadas de EEUU en África, permanece escondido desde que los norteamericanos lanzaron misiles contra sus bases en Afganistán, el pasado mes de agosto. Esta entrevista fue realizada en un campamento de tres tiendas en el desierto afgano, donde un Bin Laden educado, que alaba a Dios casi en cada frase y bebe sorbos de agua de una taza, sostiene un rifle AK-47. Deseoso de negar los rumores de que tiene cáncer, asegura que le encanta montar a caballo y jugar al fútbol, pero que debe usar un bastón debido a problemas de espalda. Pasa parte...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Osama Bin Laden, el presunto cerebro de los ataques a dos embajadas de EEUU en África, permanece escondido desde que los norteamericanos lanzaron misiles contra sus bases en Afganistán, el pasado mes de agosto. Esta entrevista fue realizada en un campamento de tres tiendas en el desierto afgano, donde un Bin Laden educado, que alaba a Dios casi en cada frase y bebe sorbos de agua de una taza, sostiene un rifle AK-47. Deseoso de negar los rumores de que tiene cáncer, asegura que le encanta montar a caballo y jugar al fútbol, pero que debe usar un bastón debido a problemas de espalda. Pasa parte de su tiempo con sus tres esposas y sus hijos en Afganistán. Sus colaboradores dicen que su contacto con el mundo se limita a las informaciones de radio y periódicos. Aunque dispone de un teléfono por satélite, la mayor parte del tiempo no lo utiliza: tiene miedo de que EEUU emplee la señal para atacarle.Pregunta. ¿Es usted responsable de las bombas que estallaron en las dos embajadas norteamericanas en África?

Respuesta. El Frente Islámico Internacional para la Yihad contra Estados Unidos e Israel ha emitido, por la gracia de Dios, una fatwa [decreto religioso] terminante que ordena a la nación islámica llevar a cabo la yihad para liberar los lugares sagrados. La nación de Mahoma ha respondido a la llamada. Si la instigación a la yihad contra judíos y norteamericanos, con el fin de liberar la mezquita de Al Aqsa y la santa Kaaba [santuarios islámicos que se encuentran en Jerusalén y Arabia Saudí] se considera un crimen, la historia será testigo de que soy un criminal. Nuestra labor es instigar y, por la gracia de Dios, así lo hicimos, y algunas personas respondieron a esa llamada.

P. ¿Conoce a los hombres que han sido detenidos en relación con los ataques?

R. Lo que sé es que aquellos que han arriesgado sus vidas para complacer a Dios son verdaderos hombres. Han logrado librar a la nación islámica de la deshonra. Sentimos por ellos la más alta estima.

P. ¿Cuál es su reacción ante el ataque contra Irak efectuado en diciembre por fuerzas estadounidenses y británicas?

R. Sin ninguna duda, ese ataque a traición ha confirmado que Reino Unido y Estados Unidos actúan en nombre de Israel y los judíos y preparan el camino para que éstos puedan dividir una vez más al mundo musulmán, lo hagan su esclavo y se apoderen de lo que queda de sus riquezas. Gran parte de la fuerza que realizó el ataque procedía de ciertos países del Golfo, que han perdido su soberanía. Ahora, los infieles se pasean por todos los rincones de la tierra en la que nació Mahoma y en la que le fue revelado el Corán. La situación es muy grave. Los musulmanes deben cumplir con sus obligaciones, porque los gobernantes de la región han aceptado la invasión de sus países. Y esos países no les pertenecen a ellos, sino al islam.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Qué puede esperar de usted Estados Unidos?

R. Todo ladrón o criminal que se introduzca en otro país con el fin de robar debe asumir el riesgo de ser asesinado en cualquier momento. La idea de que las fuerzas norteamericanas aguarden algo de mí, personalmente, refleja un punto de vista muy estrecho. Son miles de millones los musulmanes airados. Los estadounidenses deben esperar reacciones del mundo musulmán en consonancia con la injusticia que cometen.

P. Estados Unidos afirma que usted está intentando comprar armamento químico y nuclear.

R. Comprar armas para defender al islam es un deber religioso. Si es cierto que he adquirido esas armas, doy gracias a Dios porque me haya permitido hacerlo. Y si estoy intentando comprarlas no hago más que cumplir con mi obligación. Para un musulmán sería un pecado no intentar lograr la posesión de las armas capaces de evitar que los infieles causen daño a su pueblo.

P. EEUU intenta detener el flujo de dinero a su organización. ¿Lo ha conseguido?

R. Estados Unidos sabe que llevo más de 10 años atacándolo, por la gracia de Dios. Asegura que soy totalmente responsable de la muerte de sus soldados en Somalia. Dios sabe que nos habría complacido matar a soldados norteamericanos. Desde entonces, Estados Unidos intenta estrechar su cerco económico contra nosotros y detenerme. Pero no lo ha conseguido. El cerco no nos causa demasiado perjuicio. Sabemos que Dios nos recompensará.

P. Existen muchos musulmanes que no están de acuerdo con su violencia.

R. Tenemos que entender nuestra religión por completo. La lucha forma parte de nuestra religión y de nuestra sharia [código legal islámico] . Quienes aman a Dios, su profeta y su religión, no lo pueden negar. El que niegue el menor principio de nuestra religión comete el pecado más grave en el islam. Quienes simpatizan con los infieles -como la OLP o la llamada Autoridad Palestina- intentan desde hace decenas de años, recuperar parte de sus derechos. Han dejado las armas, han abandonado lo que denominan violencia y han intentado la negociación pacífica. ¿Qué les han dado los judíos? No les han devuelto ni el 1% de sus derechos.

©Time

Archivado En