Los seis astronautas entran por primera vez en la estación espacial

Hoy parte una nave hacia Marte

Los seis miembros de la tripulación del transbordador espacial Endeavour accedieron ayer por primera vez al oscuro interior del embrión de Estación Espacial Internacional. Los astronautas tomaron posesión simbólicamente de su futura casa a 400 kilómetros de altura con un acto muy simple: encender la luz. En consonancia con el carácter internacional del proyecto, los primeros que entraron fueron Robert Cabana, estadounidense y comandante del transbordador, y Serguéi Krikaliev, el único miembro ruso de la tripulación. Krikaliev tiene previsto volver a la estación dentro de dos años."Cuando entre...

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Los seis miembros de la tripulación del transbordador espacial Endeavour accedieron ayer por primera vez al oscuro interior del embrión de Estación Espacial Internacional. Los astronautas tomaron posesión simbólicamente de su futura casa a 400 kilómetros de altura con un acto muy simple: encender la luz. En consonancia con el carácter internacional del proyecto, los primeros que entraron fueron Robert Cabana, estadounidense y comandante del transbordador, y Serguéi Krikaliev, el único miembro ruso de la tripulación. Krikaliev tiene previsto volver a la estación dentro de dos años."Cuando entren estará oscuro", había avisado Robert Castle, el director del vuelo. "Hay tres llaves de la luz y saben donde están". La temperatura de la estación no debía ser muy baja, unos 15 grados centígrados, porque los astronautas iban con ropa ligera. La calefacción está puesta desde el pasado lunes, cuando se acoplaron los dos módulos, el Unity que portaba el Endeavour y el Zariá que está en órbita desde el pasado 20 de noviembre.

Momento histórico

El trabajo anterior para ensamblar los dos módulos había tenido lugar desde fuera, por lo que puede considerarse un momento histórico la apertura a la escotilla de acceso desde el transbordador, hasta entonces cerrada, que hizo ayer a las 20.55, (hora peninsular española) el comandante de la nave, Robert Cabana.Durante dos días los astronautas trabajarán en el interior de la estación para instalar un sistema de comunicaciones para videoconferencias entre el transbordador y la estación cuando no se encuentren acoplados. También se introducirán provisiones, como baterías y herramientas.

Hasta ayer, esta complicada misión se ha desarrollado sin dificultades, pero sus controladores están preocupados por las tres piezas que se perdieron durante los paseos espaciales del lunes y el miércoles. Estas pequeñas piezas -la mayor de las cuales es una cubierta térmica- no representan una amenaza para la tripulación ni para la misión, pero las fuerzas aéreas estadounidenses vigilarán su situación hasta que se quemen al entrar en la atmósfera.

Las estrictas reglas que se aplican a los paseos espaciales requieren que cualquier cosa que puede flotar este asegurada en todo momento, por lo que no se explican estas pérdidas.

El día anterior, la noche del miércoles en España, dos de los astronautas -Jim Newman y Jerry Ross- estuvieron siete horas fuera del transbordador. Instalaron dos antenas a ambos lados del módulo Unity que permitirán a la NASA controlar la estación desde Houston sin tener que pasar por las estaciones rusas en tierra. Además, Jim Newman consiguió desatascar una de las dos antenas del Zariá, construido en Rusia, que no se habían desplegado correctamente. Para ello se subió en el brazo robótico y utilizó un largo palo. El sábado intentará desatascar la otra.

Por otra parte, la NASA anunció ayer que la nave Mars Climate Orbiter saldrá hoy hacia Marte desde Cabo Cañaveral. El lanzamiento se ha pospuesto un día por un problema técnico. La nave permanecerá en órbita del planeta estudiando su clima.

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