Suspendido otro claustro de la UPV por la protesta de un grupo de alumnos
La Universidad del País Vasco tampoco pudo celebrar su segundo claustro anual con tranquilidad. La protesta de un grupo de alumnos, menos de un centenar, que reivindicaban su "derecho a estudiar en euskera" obligó a suspender la reunión de ayer cuando estaba a punto de acabar. Esta vez, a diferencia de lo ocurrido en el anterior claustro, no hubo violencia física, aunque sí cierta tensión. Antes de entrar, todos los asistentes tuvieron que presentar el DNI.
La sesión fue suspendida cuando los autoproclamados representantes de la rama de euskera en la UPV, 29 estudiantes vestidos con cam...
La Universidad del País Vasco tampoco pudo celebrar su segundo claustro anual con tranquilidad. La protesta de un grupo de alumnos, menos de un centenar, que reivindicaban su "derecho a estudiar en euskera" obligó a suspender la reunión de ayer cuando estaba a punto de acabar. Esta vez, a diferencia de lo ocurrido en el anterior claustro, no hubo violencia física, aunque sí cierta tensión. Antes de entrar, todos los asistentes tuvieron que presentar el DNI.
La sesión fue suspendida cuando los autoproclamados representantes de la rama de euskera en la UPV, 29 estudiantes vestidos con camisetas reivindicativas, se negaron a abandonar el estrado. Acababan de inaugurar el turno de preguntas al rector. Reclamaron la retirada la denuncia presentada meses atrás por el equipo rectoral contra 12 de ellos y una cita -"antes del día 17"- con los máximos responsables de la UPV para hablar de plan de euskera. El rector, Pello Salaburu, les reclamó que volvieran a su sitio para responder y ellos se negaron. Durante varios minutos gritaron consignas reivindicativas. Medio centenar de alumnos, presentes también en el aula magna de Leioa, secundó sus protestas. La mesa decidió suspender el claustro, el primero en el que todos los asistentes tuvieron que presentar su DNI a la entrada. Lo ocurrido ayer fue en buena medida consecuencia de los disturbios del claustro anterior. El pasado abril, el rector fue zarandeado. El equipo rectoral denunció a 12 estudiantes por desórdenes públicos. Aunque el rector eludió decirlo públicamente, fuentes rectorales aseguraron que Salaburu "ha hecho todo lo que estaba en su mano" en cuanto a la retirada de la denuncia. Antes de dar por concluido el claustro, el máximo responsable de la UPV recordó a quienes protestaban que respetar las normas "es la regla básica de la democracia". Y "hoy no se han respetado", afirmó al zanjar el asunto. Varias decenas de radicales siguieron al rector y a los miembros de su equipo coreando consignas en las que exigían recibir todas las clases en euskera hasta que entraron en el Rectorado. Los representantes de la comunidad universitaria debaten desde hace un par de meses la propuesta rectoral del plan para extender el uso del euskera en la UPV. Un pequeño grupo de alumnos ha aprovechado la coyuntura para reclamar una oferta total de asignaturas en lengua vasca. Informe de gestión La política lingüística fue uno de los asuntos a los que se había referido Salaburu en la primera parte de la sesión, dedicada a la lectura de un informe sobre la gestión de la UPV este año. El plan que se debate persigue "ofertar más docencia en euskera" afirmó. Admitió que "la demanda [de clases en euskera] es muy superior a la oferta" y recordó, no obstante, la escasez de profesionales capaces de dar clase en esa lengua o traducir textos. Recalcó que es una carrera en la que no conviene correr en exceso porque cabe "el peligro de asfixiarse". Salaburu anunció que en breve estará decidido cómo se regularizan los complementos salariales a los profesores "que más trabajen". Sobre las nuevas titulaciones que la UPV prevé incorporar, aseguró que antes de Semana Santa el nuevo mapa de titulaciones estará pactado con el Gobierno vasco. Manifestó su intención de promover la evaluación del profesorado por los alumnos y abogó porque la comunidad universitaria "abandone los intereses personales y grupales".