Vecinos piden una medición completa del impacto sonoro de Sondika
La asociación vecinal Lur Maitea, surgida en oposición a la celda de lindane junto al aeropuerto de Sondika, ha pedido a los ayuntamientos de la comarca que midan durante tres días consecutivos el impacto sonoro de la actividad del aeródromo. En la misiva, enviada a los consistorios y concejales de Derio, Erandio, Loiu y Sondika, la asociación insta a los municipios a realizar una medición "exhaustiva de los decibelios provocados por la actividad aeropuertaria durante tres días en todos y cada uno de los barrios y zonas del Txorierri, dentro y fuera de los domicilios, de día y de noche". Lur...
La asociación vecinal Lur Maitea, surgida en oposición a la celda de lindane junto al aeropuerto de Sondika, ha pedido a los ayuntamientos de la comarca que midan durante tres días consecutivos el impacto sonoro de la actividad del aeródromo. En la misiva, enviada a los consistorios y concejales de Derio, Erandio, Loiu y Sondika, la asociación insta a los municipios a realizar una medición "exhaustiva de los decibelios provocados por la actividad aeropuertaria durante tres días en todos y cada uno de los barrios y zonas del Txorierri, dentro y fuera de los domicilios, de día y de noche". Lur Maitea reprocha a los cuatro ayuntamientos y a AENA, el organismo estatal que gestiona el aeropuerto de Sondika, que conozcan "el riesgo, peligro y enfermedades que su gestión está provocando en un población indefensa". Esta asociación vecinal realizó una medición a finales de noviembre junto al aeropuerto y, según sus datos, se alcanzaron los 95 decibelios en el interior de una vivienda y los 120 en el exterior. El actual reglamento sobre actividades molestas sitúa el límite del ruido en 45 decibelios durante el día y 35 durante la noche, con la excepción del impacto provocado por obras públicas y el tráfico. Los problemas de contaminación acústica en los alrededores del aeródromo vizcaíno han saltado a la luz pública a raíz de la difusión de un informe oficial de 1990 que rechazaba la edificación de viviendas en el 100% del suelo urbanizable del municipio de Loiu y en el 93% del de Derio debido al impacto de ruidos. A pesar de ello, esta década se han edificado 300 pisos en Loiu.