Tembladeras en cautividad

INVESTIGACIÓN, Huelva La tembladera es un pez plano y redondeado que suele vivir en fondos arenosos, alimentándose de pequeños peces. La reproducción y mantenimiento en cautividad de este escalo, parecido a la raya, había resultado imposible hasta ahora. El Aula Marina de El Terrón, en Lepe (Huelva), cuyos profesionales se dedican a la investigación oceanográfica y medioambiental, alberga cuatro tembladeras, nacidas en el acuario el pasado mes de mayo de 1997. Otros centros de investigación del territorio nacional, como el acuario de Barcelona, se han interesado por la experiencia, solicitando...

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INVESTIGACIÓN, Huelva La tembladera es un pez plano y redondeado que suele vivir en fondos arenosos, alimentándose de pequeños peces. La reproducción y mantenimiento en cautividad de este escalo, parecido a la raya, había resultado imposible hasta ahora. El Aula Marina de El Terrón, en Lepe (Huelva), cuyos profesionales se dedican a la investigación oceanográfica y medioambiental, alberga cuatro tembladeras, nacidas en el acuario el pasado mes de mayo de 1997. Otros centros de investigación del territorio nacional, como el acuario de Barcelona, se han interesado por la experiencia, solicitando información sobre los métodos para mantener en cautividad a esta especie marina. El Aula Marina de El Terrón, situada en el puerto pesquero de Lepe e integrada en el paraje natural Marismas del Río Piedra y Flecha del Rompido, abrió sus puertas en 1992. En la actualidad trabajan ocho monitores, entre ellos biólogos, pedagogos y expertos en recursos naturales. "De las ocho tembladeras que nacieron en nuestras instalaciones murieron cuatro. Al resto las adaptamos en un hábitat artificial lo más parecido al natural y comenzamos a alimentarlas con pequeñas doradas de un gramo de peso, que nos suministraron empresas de esta zona, como Clumasur y Maresa", explica Pepa Acosta, monitora del Aula Marina. "A medida que los animales fueron creciendo fuimos aumentando el tamaño de los peces vivos para su alimentación. Observar el crecimiento de esta especie, que al nacer alcanzaban unos seis centímetros, midiendo ahora 20, ha sido realmente enriquecedor", añade. "Mantener a estos peces con vida es difícil, fuera de su hábitat natural, debido a su régimen de alimentación". Los monitores continuarán con esta experiencia "para conocer las reacciones de esta peculiar especie de tembladera (torpedo marmorata)". El Aula Marina de El Terrón no sólo se dedica a la investigación, ya que lleva a cabo una importante labor educacional y de formación medioambiental en colaboración con la Consejería de Educación. El centro organiza cursos y actividades dirigidas a los centros escolares de la provincia: "Tratamos de acercar a los más jóvenes el resultado de nuestros trabajos, que también se centran en el estudio y la divulgación de los ecosistemas terrestre y aéreo (avifauna)", afirma Pepa Acosta. El Aula Marina de El Terrón acoge a unas 70 especies entre peces y moluscos. "De los primeros se pueden observar doradas, meros, róbalos, palometas y caballitos de mar, entre otros. También estudiamos el comportamiento de gasterópodos, bivalvos y cefalópodos". El pulpo "Pedro" Este centro de investigación e interpretación litoral se incluye en el Área de Formación de la Fundación Centro de Estudios Marinos, que cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Punta Umbría, Lepe, Isla Cristina y la mancomunidad de Isla Antilla. "Nosotros invitamos a todas las personas que se quieran acercar a estas instalaciones, para mostrarles nuestras tembladeras, los animales más mimados, y a nuestro pulpo Pedro que estira sus tentáculos intentando alcanzarnos a través del acuario. En definitiva, transmitirles de alguna manera el amor por la naturaleza", asegura Pepa Acosta. "El acuario nos sorprende, cada día, con comportamientos aún impensables de los llamados animales de sangre fría, que muchos de nosotros nunca incluiríamos en el concepto de animales de compañía, pero que tras un paseo por este centro, quizás modificaría la clasificación de alguno de nosotros", añade la monitora. Pepa Acosta aboga por la solidaridad y el respeto al medio ambiente, "para salvaguardar el litoral y el fondo marino". Los investigadores dan también un toque de atención a los pescadores, como profesionales que viven del mar, para que eviten actuaciones perjudiciales al entorno: "El arrastre incontrolado puede provocar un fuerte impacto, como la destrucción de bancos naturales marinos que luego son irrecuperables". Los dragados de arena de diferente granulometría "pueden provocar además efectos fatales en el medio", según Acosta. El Aula Marina de El Terrón pretende inculcar la importancia del respeto al medio ambiente y al entorno natural desde un punto de vista educativo y, por eso, "pretendemos en todo momento servir de instrumento de apoyo y complemento a la labor docente que se realiza en los centros escolares de Huelva".

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