Autoridades locales de Honduras rebajan de forma sustancial las muertes por el "Mitch"

La polémica sobre el resultado oficial de las víctimas del huracán Mitch en Honduras ha puesto en apuros al Gobierno de Tegucigalpa. Las listas de muertos y desaparecidos que están confeccionando las autoridades locales y los equipos de rescate están muy por debajo de las facilitadas por los organismos estatales. El pasado lunes, el Ministerio del Interior hondureño destituyó a una gobernadora acusada de rebajar las cifras "de buena fe". La destituida se defiende aportando las listas en su poder con un número reducido de muertos y desaparecidos.

El capitán Recarte se seca el cuello con ...

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La polémica sobre el resultado oficial de las víctimas del huracán Mitch en Honduras ha puesto en apuros al Gobierno de Tegucigalpa. Las listas de muertos y desaparecidos que están confeccionando las autoridades locales y los equipos de rescate están muy por debajo de las facilitadas por los organismos estatales. El pasado lunes, el Ministerio del Interior hondureño destituyó a una gobernadora acusada de rebajar las cifras "de buena fe". La destituida se defiende aportando las listas en su poder con un número reducido de muertos y desaparecidos.

El capitán Recarte se seca el cuello con un pequeño pañuelo. Oficial de permanencia en el Coder 1 (Comité de Urgencia Regional) puesto en marcha para asegurar la coordinación de las labores de socorro después del paso del huracán Mitch, el oficial tiene gruesas gotas de sudor cuando llega el mediodía tropical en La Ceiba, capital del departamento hondureño de La Atlántida.Frente a él hay una gran panel sobre el que se realiza el recuento de damnificados y víctimas del departamento pueblo a pueblo. En la parte baja del panel está el total: 4.568 casas destruidas, 71.103 personas evacuadas, 74.745 damnificados, 69 desaparecidos y 46 muertos. Son estas dos últimas cifras las que causan el problema. Según el balance oficial de la Comisión Nacional de Urgencias, 1.074 personas han muerto en el departamento de la Atlántida y 271 han sido dadas como desaparecidas.

Con seguridad marcial, el capitán Recarte rechaza las cifras enviadas desde la capital. "Tiene delante de usted las cifras reales. No son relatos ni rumores, sino cifras contrastadas. Hemos visitado todos los pueblos del departamento. Las cifras son definitivas".

Con las cifras detalladas en la mano debería ser posible verificar los recuentos ante los municipios. Los alcaldes han censado a las víctimas un mes después de la catástrofe y conocen cada nombre. La alcaldesa de La Ceiba confirma el número de nueve muertos para su municipio. Los bomberos también disponen de listas con nombres y sus totales correspondientes.

En el bar del hotel La Quinta, los oficiales de un equipo canadiense no se muestran sorprendidos. El mayor Balbluk, portavoz del destacamento, lo confirma: "Gracias a Dios no nos hemos encontrado aquí lo que nos esperábamos. Estoy aquí desde hace un mes y no he visto un sólo cuerpo". En este departamento, los militares canadienses y hondureños, los bomberos y los municipios confirman que los daños materiales son considerables, pero que los muertos no se cuentan ni por millares, ni por centenares, sino por decenas. Las discrepancias también se dan en los departamentos vecinos. En Trujillo, prefectura del departamento de Colón, la profesora Tezla Ordóñez, que dirige el Coder en la zona, asegura que hay 132 muertos y 200 desaparecidos. Las cifras oficiales señalaban: 1.113 muertos y 627 desaparecidos. En Santa Bárbara (centro del país) la diferencia es todavía mayor aunque, según Tegucigalpa, son 1.124 muertos y 5.333 desaparecidos. La gobernadora Lucilla Barahona exclama: "No se de dónde salen esas cifras. Hasta ahora tenemos que lamentar la muerte de 47 personas y la desaparición de otras 20".

El pasado lunes la publicación en la prensa extranjera de estas discrepancias tuvo sus primeras repercusiones. El ministro de Interior suspendió a la Gobernadora de Santa Bárbara "por haber exagerado de buena fe las cifras", y dividió por cuatro la cifra de fallecidos. "Todo el mundo sabe que yo no he inflado las cifras. No lo permitiría", se defiende Barahona.

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Estos tres departamentos, Santa Bárbara, Colón y Atlántida, suponen, ellos solos, más de la mitad de las víctimas, según los recuentos oficiales: 3.311 muertos y 4.421 desaparecidos. La suma de los datos recogidos en los centros regionales deja el resultado en 225 muertos y 289 desaparecidos, unas cifras 14 veces menores.

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