CiU prepara un acto de masas en defensa de su propuesta fiscal

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los defensores de la opción de noviembre en el seno de CDC esgrimen también como argumento el pronóstico de que la imagen del candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, sufrirá mayor desgaste cuanto más larga sea la precampaña electoral. Del mismo modo, con los comicios en noviembre, CiU conjuraría el riesgo de que José María Aznar acabe haciendo caso a quienes le aconsejan que adelante a junio de 1999 las elecciones legislativas previstas para la primavera del 2000. En tal caso, las autonómicas catalanas quedarían convertidas en una espec...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 Los defensores de la opción de noviembre en el seno de CDC esgrimen también como argumento el pronóstico de que la imagen del candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, sufrirá mayor desgaste cuanto más larga sea la precampaña electoral. Del mismo modo, con los comicios en noviembre, CiU conjuraría el riesgo de que José María Aznar acabe haciendo caso a quienes le aconsejan que adelante a junio de 1999 las elecciones legislativas previstas para la primavera del 2000. En tal caso, las autonómicas catalanas quedarían convertidas en una especie de primarias de las legislativas españolas, eventualidad que pone los pelos de punta a los nacionalistas catalanes. Pero el aparato convergente aún tiene más razones para preferir noviembre a marzo. Si Maragall lograse vencer a Pujol en las urnas autonómicas en marzo, lo más lógico sería que tres meses después, las candidaturas municipales de CiU se hundiesen ante el previsible avance de los socialistas. En cambio, si esa hipotética victoria de Maragall sobre Pujol se produjese en noviembre, después de las municipales, los ayuntamientos nacionalistas quedarían a salvo del naufragio y devendrían un eficaz refugio institucional desde el cual CiU podría empezar a rehacer sus fuerzas. Financiación autonómica Convergència i Unió lanzará este fin de semana una campaña propagandística en defensa de las reclamaciones de la coalición en materia de financiación autonómica. Bajo el lema Un nuevo horizonte para Cataluña, CiU insertará anuncios en la prensa y otros medios de comunicación en los que abogará por un pacto fiscal que permita a la Generalitat recaudar el 100% de los impuestos en Cataluña y aportar luego una cantidad pactada al Estado en concepto de solidaridad. El presidente catalán y máximo dirigente de la coalición, Jordi Pujol, intensificará su presencia en los medios para explicar sus demandas financieras, que ya expuso con detalle el pasado lunes en el Círculo de Economía. El miércoles próximo, Pujol se hará entrevistar por la televisión autonómica TV-3. Simultáneamente, diputados y otros cargos nacionalistas recorrerán toda Cataluña dando conferencias sobre este asunto. Todas estas acciones propagandísticas, que en diversos medios políticos son calificadas como el arranque encubierto de la campaña electoral autonómica de Pujol, culminarán a últimos de enero o primeros de febrero de 1999 en un gran acto de masas convocado por CiU en defensa de su propuesta de pacto fiscal. El consejo nacional de CDC conocerá mañana los pormenores de esta campaña, así como la decisión de la dirección del partido de Pujol de que su secretario general, Pere Esteve, encabece la candidatura de CiU a las próximas elecciones europeas.

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