Bilbao rinde homenaje al director cubano Santiago Álvarez, renovador del documental

Con pasión habló ayer de Santiago Álvarez su viuda, Lázara Herrera. Esta mujer dedicó 35 de sus 52 años al cineasta cubano fallecido el pasado mes de febrero. No había manera de parar el torrente de recuerdos sobre Álvarez que brotaron de labios de Herrera cuando le cedió la palabra José Julián Bakedano, subdirector del Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde se pueden ver las películas de este documentalista cubano. Álvarez estuvo muy cercano al Festival Internacional de Cine bilbaíno y, en justa reciprocidad, ahora este certamen le rinde un sentido homenaje. "En el año 1975 Santiago Álvarez...

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Con pasión habló ayer de Santiago Álvarez su viuda, Lázara Herrera. Esta mujer dedicó 35 de sus 52 años al cineasta cubano fallecido el pasado mes de febrero. No había manera de parar el torrente de recuerdos sobre Álvarez que brotaron de labios de Herrera cuando le cedió la palabra José Julián Bakedano, subdirector del Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde se pueden ver las películas de este documentalista cubano. Álvarez estuvo muy cercano al Festival Internacional de Cine bilbaíno y, en justa reciprocidad, ahora este certamen le rinde un sentido homenaje. "En el año 1975 Santiago Álvarez ganó el Mikeldi de oro con su película Ciclón", comentó Bakedano. "Nos sorprendió su manera tan diferente de hacer documental. Al año siguiente presentó Now, sobre el problema racial en Estados Unidos y también ganó premio. Santiago Álvarez era muy rico en el montaje y en las imágenes. Tenía una gran fuerza visual y, sobre todo, daba una gran importancia al sonido". Herrera, que además de su compañera fue productora de la mayoría de sus películas, añade: "Él siempre quiso transmitir la gran carga emotiva de su vida en su obra. Ciclón, sobre el paso del huracán Flora en el año 1963 a través de las provincias orientales cubanas, es quizá el trabajo más premiado de su carrera. En él no hay ni una palabra. Es muy impactante". Lázara le conoció cuando ella tenía 17 años. No fue a vivir con él hasta que se le detectó el mal de Parkinson al cineasta. "Creo que la enfermedad me afectó más a mí que a Santiago. Dejé mi trabajo en la Unesco, en París, y me fui a vivir con él. Desde entonces trabajé con Santiago. Le dije, "si tengo que trabajar contigo, tengo que aprender". Yo no sirvo para ser dama acompañante", explicó ayer. Montaje Pero no fue tan fácil que este feminista de puertas afuera aceptara el trabajo de su mujer como una igual. "Era un machista en casa. Él mismo lo decía. En el primer documental que trabajé con él, como una burra, ni siquiera me puso en los créditos. Fue cuando empezamos a hacer vídeo que consintió en poner una liniíta con mi nombre, pero aún tardó más en poner en los créditos que yo era productora ejecutiva", afirma. Santiago Álvarez nació en 1919 en La Habana. En 1959 fundó el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), donde dirigió el departamento de cortometraje y de animación y luego fue vicepresidente. En 1959, creó el Noticiero ICAIC y es a través de él como entra en contacto con el cine. Desde que, a los 40 años, Álvarez conoce el cine, no vive para otra cosa. "Tenía 70 años y estaba enfermo y aún me dijo "por hacer cine menos robar y delinquir, hago cualquier cosa".Decía que no podía quedarse con los brazos cruzados mientras en Cuba pasaban cosas", recuerda su viuda. Y eso hizo, cientos de rollos de películas. "Los norteamericanos reconocen ahora que Santiago es el padre del videoclip. Por ejemplo, Now es un videoclip, pero del año 1965", aseguró su viuda. Santiago Álvarez trabajaba de una forma peculiar. "No había guión. Todo lo hacía en el montaje", explicó Lázara. "No dejaba que nadie tocara nada de la película. En cuanto montaba un rollo, le ponía música. No pasaba a editar el siguiente hasta que no estuviera musicado. Tampoco empezaba a montar un documental hasta que no tenía título". El último trabajo de Álvarez, una entrevista con la bailarina Alicia Alonso, se ha montado después de su muerte, pero sus más cercanos colaboradores no han sido aún capaces de buscarle título. "Espero que para el año que viene tenga fuerza para eso y para terminar un libro, Los hombres que yo conocí, que estábamos haciendo a medias. Es muy dura su ausencia". Hoy, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, se podrán ver sus documentales Hasta la victoria siempre (1967), 79 primaveras (1969), Ciclón (1963) y El tigre saltó y mató, pero morirá, morirá (1973). Después habrá un coloquio sobre la figura de Santiago Álvarez y su obra que contará con la presencia de Lázara Herrera.

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