El Gobierno admite que existen "malentendidos" con CiU y PNV

El Gobierno admite que hay "malentendidos" en las relaciones con sus socios nacionalistas, CiU y PNV, pero rechaza que su estabilidad esté en crisis. Lo dijo ayer su portavoz, Josep Piqué, tras las críticas que le han dirigido los portavoces de CiU, Joaquim Molins, y del PNV, Iñaki Anasagasti, por sus roces negociadores en los presupuestos con el ministro de Economía, Rodrigo Rato. El malestar del Ejecutivo se extiende ante la insistencia de los nacionalistas en sus buenas relaciones con Francisco Álvarez Cascos frente a las malas con Rato.

Las negociaciones presupuestarias entre el Gob...

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El Gobierno admite que hay "malentendidos" en las relaciones con sus socios nacionalistas, CiU y PNV, pero rechaza que su estabilidad esté en crisis. Lo dijo ayer su portavoz, Josep Piqué, tras las críticas que le han dirigido los portavoces de CiU, Joaquim Molins, y del PNV, Iñaki Anasagasti, por sus roces negociadores en los presupuestos con el ministro de Economía, Rodrigo Rato. El malestar del Ejecutivo se extiende ante la insistencia de los nacionalistas en sus buenas relaciones con Francisco Álvarez Cascos frente a las malas con Rato.

Las negociaciones presupuestarias entre el Gobierno y sus socios nacionalistas han revelado que sus relaciones se han deteriorado, pero sin llegar a la ruptura. El Gobierno consiguió ayer su apoyo a los Presupuestos e incluso el PNV, que a lo largo de su tramitación ha votado la práctica totalidad de las enmiendas, ayer hizo un gesto de proximidad al Ejecutivo al votar la Ley de Acompañamiento a cambio de unas enmiendas favorables sobre inversiones que introducirá en el Senado.No obstante, el deterioro de las relaciones entre Gobierno y nacionalistas se ha trasladado a la accidentada negociación presupuestaria. En el caso del PNV, hay un trasfondo político vinculado a las diferencias que mantiene con el Gobierno sobre el modo de enfocar el proceso de pacificación en Euskadi y las heridas abiertas en la campaña electoral vasca. En el caso de CiU, la reclamación del pacto fiscal de los nacionalistas catalanes encontró el pasado fin de semana un fuerte rechazo en Rato.

Molins y Anasagasti han coincidido en criticar con dureza al ministro de Economía y ensalzar a Álvarez Cascos. Anasagasti dijo ayer que el PNV siempre ha tenido una "magnífica relación" con el vicepresidente primero pues "es una persona directa con la que se puede hablar con comodidad". De Rato dijo que "es una persona más difícil de acceder". "Creo que, desde un primer momento, Rato nunca ha estado cómodo en su contacto con los nacionalistas y, en cambio Alvarez Cascos asumió desde el primer momento que este Gobierno necesitaba el apoyo de los grupos nacionalistas y ha actuado en consecuencia siempre".

Molins también enfrentó la víspera la posición negociadora de Rato con la de Alvarez Cascos y señaló que otros miembros del Gobierno, entre ellos el titular de Economía y del Grupo Parlamentario del PP, torpedeaban los compromisos alcanzados por CiU con el vicepresidente primero. La posición de ambos portavoces nacionalistas ha causado profundo malestar en el Gobierno por sugerir diferencias en el seno del Ejecutivo al abordar la negociación presupuestaria con ellos. El Gobierno ha negado que existan tales diferencias y ha añadido que en ningún momento han existido criterios distintos entre los ministerios en la negociación de las enmiendas.

El consejero de Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias, aseguró, por su parte, que no se puede hablar de "enfriamiento" de las relaciones entre CiU y el PP por las dificultades surgidas en la negociación presupuestaria, que a su juicio se han resuelto de manera "positiva". El Gobierno y CiU alcanzaron el miércoles un acuerdo sobre las inversiones del Estado el próximo año en Catalunya, tras la mediación de Alvarez-Cascos.

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