Cartas al director

Padres de parte de los alumnos

Me refiero a la información publicada en la sección de Madrid el 27 de octubre sobre los incidentes ocurridos en Los Molinos de siete niños que dicen tener miedo a su maestra, y por sus respectivos padres y, como no podía ser menos, por la APA correspondiente.No tengo relación actual con el mundo de la enseñanza, pero, por motivos que no vienen al caso, y por haber defendido los derechos de los trabajadores durante años -un maestro es sólo un trabajador- y, qué caramba, como ser humano, me gustaría denunciar la situación actual de cualquier profesor de la enseñanza pública.

Cualquier ni...

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Me refiero a la información publicada en la sección de Madrid el 27 de octubre sobre los incidentes ocurridos en Los Molinos de siete niños que dicen tener miedo a su maestra, y por sus respectivos padres y, como no podía ser menos, por la APA correspondiente.No tengo relación actual con el mundo de la enseñanza, pero, por motivos que no vienen al caso, y por haber defendido los derechos de los trabajadores durante años -un maestro es sólo un trabajador- y, qué caramba, como ser humano, me gustaría denunciar la situación actual de cualquier profesor de la enseñanza pública.

Cualquier niño de cinco a diez años puede alborotarle la clase e impedirle la explicación de cualquier materia, en un total desprecio hacia sus compañeros. si el profesor le pide corrección y respeto hacia los demás, es bastante frecuente que el niño amenace con todo tipo de ademanes y malos modos.

Las asociaciones de padres, y más si es en un pueblo, siempre se ponen de parte del alumno díscolo, en una especie de predisposición a tirar piedras contra su tejado.

¿Qué puede hacer un trabajador de la enseñanza ante esta situación? Díganmelo ustedes, porque yo no lo sé.

Mientras los colegios privados, sobre todo si son de élite, seleccionan cada vez más a sus alumnos y los someten a una preparación exhaustiva, los pobres, que sólo tienen -tenemos- los colegios públicos, siguen defendiendo su "derecho a la pataleta" y colaborando a que sus hijos estén cada vez peor preparados y, quizás inconscientemente, al fracaso escolar y a la posterior marginación académica y laboral de los mismos. Así de lamentable.-

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