El SPD y Los Verdes respaldan el programa del nuevo Gobierno alemán
El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y Los Verdes, las dos fuerzas que el martes asumirán la responsabilidad de gobierno en Alemania, dieron un rotundo apoyo al programa de coalición en sendos congresos celebrados el fin de semana en Bonn. Gerhard Schröder, el futuro canciller, y el presidente del SPD, Oskar Lafontaine, salieron al paso de los rumores sobre desavenencias entre ellos y, ante medio millar de delegados, hicieron profesión de unidad.
"Déjales que ladren, querido Oskar, la caravana avanza", dijo Schröder a su compañero de partido. De los discursos de ambos quedó claro que...
El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y Los Verdes, las dos fuerzas que el martes asumirán la responsabilidad de gobierno en Alemania, dieron un rotundo apoyo al programa de coalición en sendos congresos celebrados el fin de semana en Bonn. Gerhard Schröder, el futuro canciller, y el presidente del SPD, Oskar Lafontaine, salieron al paso de los rumores sobre desavenencias entre ellos y, ante medio millar de delegados, hicieron profesión de unidad.
"Déjales que ladren, querido Oskar, la caravana avanza", dijo Schröder a su compañero de partido. De los discursos de ambos quedó claro que los dirigentes del SPD otean un horizonte superior a cuatro años y aspiran desde ahora a poder exhibir cifras, especialmente en el campo del desempleo, al final de su mandato que les permitan prolongar su estancia en el poder. Los miembros del nuevo Gabinete confían en instalarse en sus despachos el próximo miércoles, después de que hoy se constituya solemnemente el Parlamento y mañana el Legislativo vote al canciller y el nuevo Gabinete.La dimensión europea tuvo un peso importante tanto en el congreso de Los Verdes, el sábado, como en el del SPD, el domingo. Los Verdes, que contaron con la presencia de la ministra de Medio Ambiente francesa, aspiran a exportar la política ecológica que Alemania estrena (impuesto ecológico y rumbo hacia el abandono de la energía nuclear) a los otros países de la Unión Europea (UE). Por su parte, Schröder y Lafontaine ven oportunidades importantes en la circunstancia de que la mayoría de los Gobiernos europeos son socialdemócratas o cuentan con la participación de los socialdemócratas.
Schröder, que había asistido el sábado a la cumbre de la UE en Pörschach (Austria), se mostró ayer consciente de que los socios esperan iniciativas de Alemania y señaló que el pacto de estabilidad monetario debe ser complementado con un pacto por el empleo en Europa. "Los europeos lo quieren, y no sólo los socialdemócratas", manifestó Schröder. El pacto por el desempleo es uno de los ocho puntos del catálogo de la política europea alemana que el futuro canciller enumeró en Pörtschach. Otros puntos incluyen la reforma institucional de la UE antes del ingreso de nuevos miembros y que la representación de intereses de los países euro ante las instituciones financieras internacionales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) sea asumida por un tándem del Banco Central Europeo y de la presidencia de los 11 países euro.
Schröder apoyó ayer a Lafontaine en su propuesta de coordinar la política financiera y fiscal en Europa. El futuro ministro de Finanzas se dejó ayer llevar por su entusiasmo en su argumentación para crear un nuevo orden en el escenario financiero mundial, que él comparó con un "casino de escala mundial". "El mercado necesita ser regulado, porque, si no, es ciego, y por eso a los mercados financieros no hay que hablarles de eliminación de regulaciones, sino de regulación, de nuevo", manifestó Lafontaine, que instó a los Gobiernos socialdemócratas a aprovechar la crisis con objeto de introducir controles de las paridades de cambio entre el euro, el dólar y el yen. "En cada crisis hay una gran oportunidad", señaló Lafontaine.
Las críticas al programa rojiverde que sonaron en ambos foros no cuestionaron la importancia del documento de coalición y se centraron en la timidez en algunos puntos. Para los modernizadores del SPD, personificados por el jefe del Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, la reforma fiscal es insuficiente y no alivia la carga fiscal de los pequeños y medianos empresarios. Para Los Verdes, la renuncia más difícil ha sido la negativa del SPD a abrir la mano en la política de asilo.