El Parlamento noruego destaca el "coraje" de los premiados
El Comité Nobel del Parlamento noruego, que por decisión testamentaria de Alfred Nobel es el encargado de adjudicar el premio de la paz que lleva ese nombre, decidió galardonar este año conjuntamente a John Hume y David Trimble por "su contribución al proceso que condujo al acuerdo de paz en Irlanda del Norte" el pasado mes de abril.
Las peripecias de ese proceso fueron evocadas por el presidente del Comité Nobel, Francis Sejersted, al pronunciar las palabras fundamentando la decisión. Sejersted se refirió al elevado número de víctimas que el conflicto ha causado en sus casi 30 años...
El Comité Nobel del Parlamento noruego, que por decisión testamentaria de Alfred Nobel es el encargado de adjudicar el premio de la paz que lleva ese nombre, decidió galardonar este año conjuntamente a John Hume y David Trimble por "su contribución al proceso que condujo al acuerdo de paz en Irlanda del Norte" el pasado mes de abril.
Las peripecias de ese proceso fueron evocadas por el presidente del Comité Nobel, Francis Sejersted, al pronunciar las palabras fundamentando la decisión. Sejersted se refirió al elevado número de víctimas que el conflicto ha causado en sus casi 30 años de duración y destacó el papel jugado por los dos hombres que hoy son premiados.
Sejersted describió al líder del Partido Socialdemócrata, el católico John Hume, como "un hombre que ha luchado durante décadas por una solución política del conflicto" y que jugó un papel fundamental en convencer al IRA de la necesidad de sentarse a la mesa de las negociaciones.
De David Trimble, el líder protestante, jefe del Partido Unionista del Ulster, conservador y con un pasado muy radical, el presidente del Comité Nobel noruego elogió "su gran coraje político en un momento crítico del proceso de paz, que lo hizo optar por impulsar soluciones que condujeron al acuerdo".
Cuando hace cuatro años Trimble fue elegido para la jefatura del mayor partido protestante de Irlanda, muchos temieron que el proceso de paz naufragaría como había ocurrido antes, por el radicalismo de Trimble. Sin embargo, éste, arriesgando su propia carrera política, ya que en su partido hay fuerzas minoritarias pero poderosas que rechazan el acuerdo y lo consideran un traidor, decidió revisar sus posiciones y sumarse con toda determinación al proceso de paz. Esta actitud es la que le ha valido la adjudicación del premio.