Los Nobel de Física y Química premian la exploración de la materia y el cálculo molecular

Cinco investigadores que trabajan en Estados Unidos reciben los prestigiosos galardones

Cinco científicos que trabajan en Estados Unidos (tres nacidos en Europa, uno en China y otro en EEUU) son los galardonados este año con los premios Nobel de Física y de Química, anunciados ayer en Estocolmo. Robert Laughlin, Daniel Tsui y Horst Störmer recibieron el premio de Física por descubrimientos experimentales y teóricos que profundizan en la exploración del microcosmos, en concreto en un nuevo estado de la materia denominado fluido cuántico. En química, Walter Kohn y John Pople fueron galardonados por crear métodos de cómputo de las propiedades de las moléculas.

La mecánica cuá...

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Cinco científicos que trabajan en Estados Unidos (tres nacidos en Europa, uno en China y otro en EEUU) son los galardonados este año con los premios Nobel de Física y de Química, anunciados ayer en Estocolmo. Robert Laughlin, Daniel Tsui y Horst Störmer recibieron el premio de Física por descubrimientos experimentales y teóricos que profundizan en la exploración del microcosmos, en concreto en un nuevo estado de la materia denominado fluido cuántico. En química, Walter Kohn y John Pople fueron galardonados por crear métodos de cómputo de las propiedades de las moléculas.

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La mecánica cuántica, que rige las leyes del universo a escala microscópica, se lleva este año dos Nobel. En física, los descubrimientos premiados "implican la existencia de una forma de comportamiento colectivo de los electrones previamente desconocida; muestra que la física de los electrones en un fuerte campo magnético es mucho más rica de lo que nadie podía haber predicho", explica la Academia Sueca al destacar el motivo del premio, el denominado Efecto Hall cuántico fraccionario.Se trata de una investigación básica en física de la materia condensada, pero apunta hacia aplicaciones en el futuro. "Este descubrimiento puede suponer romper la barrera que limita la miniaturización de los ordenadores. Puede ser la microelectrónica del siglo que viene", dijo ayer Anders Barany, de la Universidad de Estocolmo, informa Reuters.

Los experimentos realizados en 1982 por Störmer, alemán de 49 años, y por Tsui, nacido en China en 1939, además de las explicaciones teóricas del estadounidense Laughlin (48 años) pocos meses después, supusieron descubrir que los electrones, las partículas elementales de carga negativa de la corteza del átomo, pueden condensarse en un nuevo tipo de partículas y actuar como un fluido complejo. El requisito es que dichos electrones estén sometidos a intensos campos magnéticos y bajísimas temperaturas.

Este fluido cuántico abre puertas hacia la comprensión de la estructura interna y la dinámica de la materia. El descubrimiento, dice la Academia Sueca, "es otro avance fundamental en nuestra comprensión de la física cuántica y en el desarrollo de nuevos conceptos teóricos de importancia en muchas ramas de la física moderna.

Laughlin, de la Universidad de Stanford, confesó ayer que enloqueció al enterarse de que había ganado el Nobel y dijo que esperaba "utilizarlo para mostrar a la gente lo realmente fantástica que es la naturaleza". Por su parte, Störmer, de la Universidad de Columbia, comentó: "Soy demasiado joven para recibir tal distinción. No sé lo que voy a hacer ahora ni en qué dirección continuar", pero descartó su regreso, por el momento, a su país. El próximo 10 de diciembre, Störmer, Laughlin y Tsui (Universidad de Princeton) recibirán en Estocolmo los honores del Nobel y los aproximadamente 130 millones de pesetas a repartir.

Igual cantidad corresponde a Kohn y Pople. "No hay químico en el mundo, independientemente de a qué se dedique, que no utilice la herramienta de cálculo desarrollada por Pople. Posee una capacidad de predicción insospechada hace unos años", comentaba ayer Manuel Yáñez Montero, catedrático de Química Física de la Universidad Autónoma de Madrid, recordando a ese matemático británico, de 73 años, que trabaja en la Northwestern University (EEUU). Yañez explicó que con los métodos de cálculo desarrollados por él se pueden predecir las propiedades y la estructura de las moléculas "sin recurrir a los experimentos y obtener precisión comparable".

Kohn, de la Universidad de California en Santa Bárbara, nació en Austria en 1923, huyó de allí por los nazis, tiene nacionalidad estadounidense y es un pacifista declarado. Sus trabajos suponen unas simplificaciones matemáticas que describen los enlaces atómicos en los sistemas químicos. Es un territorio a caballo entre la física y la química o, como explicaba ayer el mismo Kohn, tras recordar que él se doctoró en física: "He trabajado en este campo durante 50 años, pero el Nobel es de Química. Esto refleja el hecho de que los electrones en la materia son una cuestión clave en física y probablemente lo más importante en química".

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