Díez-Hochleitner pide la alfabetización tecnológica de los universitarios

Congreso de la Unesco sobre el futuro de la enseñanza superior

Expertos, miembros de la comunidad universitaria y representantes gubernamentales están debatiendo estos días en París el futuro de la enseñanza superior, en un congreso mundial organizado por la Unesco y al que ayer asistió la ministra de Educación, Esperanza Aguirre. El presidente del Club de Roma, Ricardo Díez-Hochleitner, pidió en este foro una especie de "campaña de alfabetización" dirigida a las nuevas tecnologías utilizadas en la enseñanza superior como parte indispensable del aprendizaje de los profesionales.

La ministra de Educación afirmó que la Universidad sólo podrá hace...

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Expertos, miembros de la comunidad universitaria y representantes gubernamentales están debatiendo estos días en París el futuro de la enseñanza superior, en un congreso mundial organizado por la Unesco y al que ayer asistió la ministra de Educación, Esperanza Aguirre. El presidente del Club de Roma, Ricardo Díez-Hochleitner, pidió en este foro una especie de "campaña de alfabetización" dirigida a las nuevas tecnologías utilizadas en la enseñanza superior como parte indispensable del aprendizaje de los profesionales.

La ministra de Educación afirmó que la Universidad sólo podrá hacer frente a los retos del futuro si "refuerza sus exigencias de calidad". Aguirre defendió la creación de unos "estándares internacionales" que, no obstante, no deben implicar uniformidad, sino investigación compartida, intercambio y movilidad de profesores y estudiantes.La ministra abogó por un mayor esfuerzo para lograr una "equilibrada diversificación financiera" de la universidad. También consideró lógico "que la rendición de cuentas sea una de las ideas que presiden hoy la relación de la universidad con la sociedad, sin que, en absoluto, implique injerencia en la autonomía universitaria".

Díez-Hochleitner, por su parte, manifestó: "La enseñanza superior necesita adaptarse del mejor modo posible a las exigencias culturales previsibles, a la investigación y a la explosión de conocimientos que fomenta, al aumento de la competencia profesional y a la evolución de la sociedad". También se refirió a la urgente necesidad de meditar "acerca de la clase de enseñanza superior" y el "tipo de sociedad" que se desea.

"El desarrollo científico y técnico, a su vez, han avanzado a una velocidad vertiginosa, gracias en gran parte a instituciones de enseñanza superior, y la cantidad de información difundida crece en progresión geométrica. Y, sin embargo, estamos todavía lejos de convertir la información en conocimiento, y mucho menos, en sabiduría basada en valores éticos, tradicionalmente una de las más altas prioridades de las universidades en su afán investigador y en su papel de divulgadoras del conocimiento y la cultura", afirmó Díez-Hochleitner. "El futuro del medio ambiente, el desarrollo sostenible, la cooperación internacional o los estudios sobre el futuro de la sociedad y de la universidad, por ejemplo, deberían tratarse desde un punto de vista semejante. En consecuencia, debería abarcar también la modernización de las profesiones tradicionales, el diseño previsor de nuevas profesiones y la evaluación y actualización de programas", añadió en su intervención.

Dimensión técnica

Respecto a la dimensión técnica y científica de la educación universitaria, Díez-Hochleitner manifestó que "cualquier programa de enseñanza superior debería incluir en principio la formación en las técnicas de la investigación para que los alumnos se familiaricen con el método científico mucho antes de llegar a los estudios de doctorado o posgrado. Del mismo modo, una especie de campaña de alfabetización dirigida a las nuevas tecnologías utilizadas en la enseñanza superior es parte indispensable del aprendizaje de los profesionales y, en general, de los hombres y mujeres de la cultura en lo que se está convirtiendo aceleradamente en una sociedad de la comunicación".Los estudiantes y los profesores también fueron objeto del análisis del conferenciante: "Los alumnos deben tener una actitud de estudiante a tiempo completo: impulsados por una sed de conocimiento, no meramente por el dinero y los empleos altamente remunerados, conscientes de que la enseñanza superior forma parte de un proceso de formación que dura toda la vida y que, por consiguiente, tienen que mantenerse al día de los cambios y perfeccionarse constantemente a lo largo de toda su vida".

"A su vez, unos profesores adecuadamente remunerados deberían no sólo dominar sus campos respectivos de investigación, sino también mantener puntos de vista universales e interdisciplinarios. La enseñanza implicará cada vez más la clase de diálogo que caracteriza la pedagogía interactiva, además de un interés en estimular adicionalmente las mentes de los estudiantes mediante la colaboración a jornada partida de profesionales distinguidos del campo en cuestión que trabajen fuera del ámbito académico, especialmente los que trabajan en nuevas tecnologías y experiencias de vanguardia", afirmó. El presidente del Club de Roma firmó un acuerdo de cooperación con el director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, cuyo objetivo es poner a disposición de esta organización los resultados de las investigaciones y reflexiones que impulsa el Club de Roma.

Según Mayor Zaragoza, este acuerdo intenta "ayudar a la comunidad internacional a progresar en la comprensión de las mutaciones del mundo contemporáneo y elaborar estrategias innovadoras para hacer frente a los desafíos emergentes en los dominios de su competencia".

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