Una difícil elección para el bombardeo: actuar dentro o fuera de Kosovo

Dentro de la acción militar para proteger a los albaneses de Kosovo, la OTAN se enfrenta a una difícil elección. Se debate entre atacar a las fuerzas yugoslavas del presidente Slobodan Milosevic en la provincia serbia separatista de Kosovo o apuntar a objetivos con mayor valor -aunque también con mayor riesgo político- dentro de Yugoslavia.La OTAN preferiría limitar los ataques al sur de Kosovo. Pero los potenciales objetivos en esa provincia serbia, donde el 90% de la población es albanesa, están muy dispersos y no tienen un excesivo valor militar. En cualquier otra parte de Yugoslavia, los o...

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Dentro de la acción militar para proteger a los albaneses de Kosovo, la OTAN se enfrenta a una difícil elección. Se debate entre atacar a las fuerzas yugoslavas del presidente Slobodan Milosevic en la provincia serbia separatista de Kosovo o apuntar a objetivos con mayor valor -aunque también con mayor riesgo político- dentro de Yugoslavia.La OTAN preferiría limitar los ataques al sur de Kosovo. Pero los potenciales objetivos en esa provincia serbia, donde el 90% de la población es albanesa, están muy dispersos y no tienen un excesivo valor militar. En cualquier otra parte de Yugoslavia, los objetivos a batir tienen mucho más interés. Sin embargo, debido a la proximidad de esos blancos al lugar donde reside la población serbia, su destrucción podría provocar simpatías hacia Milosevic y poner en un aprieto a la OTAN. Eso sin contar que los ataques fuera de Kosovo serían vistos como un ataque directo al Estado yugoslavo.

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Cerca de 10.000 policías especiales y una cantidad similar de tropas del Ejército yugoslavo se encuentran en Kosovo apoyadas por tanques, artillería y armamento pesado. Si la OTAN decide llevar a cabo un ataque podría bombardear el cuartel general del Ejército yugoslavo en Kosovo o los almacenes de munición y gasolina, todos ellos puntos esenciales para el Ejército.

El acoso al que las fuerzas yugoslavas han sometido al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) -que no cuenta con más de 2.000 hombres- durante los últimos ocho meses hace que éste se encuentre muy desperdigado. Por esta razón, el ELK no ofrece un blanco claro y concreto sobre el que lanzar un ataque aéreo.

Los ataques están enfocados hacia los 240 aviones de combate y los 60 puestos de defensa aérea y los 1.900 de artillería antiaérea esparcidos a lo largo del país. Según los analistas, el ataque comenzaría con una serie de disparos de misiles de crucero para eliminar las baterías de defensa aérea en Kosovo y a la vez dejar fuera de juego tanto a los centros de mando y control como a los cuarteles.

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