Llantos tardíos y saludos desde lejos

No lloraron ayer. Llorarán hoy. Muchos de los niños que se estrenan en el colegio esperan al segundo día para soltar las lágrimas. El primero están contentos por la novedad, según cuentan sus profesores, y hasta el segundo no se dan cuenta de que tendrán que seguir volviendo. Carlos tiene tres años y sabe recitar sus apellidos de carrerilla. Este año ha empezado a ir "a trabajar" al colegio SEK de Madrid, y tiene muy claro lo que va a pasar: "Los primeros días lloro sólo al llegar porque voy a estar con niños que no son mis amigos. Yo creo que me van a enseñar a pintar y leer. Ahora sólo sé ha...

No lloraron ayer. Llorarán hoy. Muchos de los niños que se estrenan en el colegio esperan al segundo día para soltar las lágrimas. El primero están contentos por la novedad, según cuentan sus profesores, y hasta el segundo no se dan cuenta de que tendrán que seguir volviendo. Carlos tiene tres años y sabe recitar sus apellidos de carrerilla. Este año ha empezado a ir "a trabajar" al colegio SEK de Madrid, y tiene muy claro lo que va a pasar: "Los primeros días lloro sólo al llegar porque voy a estar con niños que no son mis amigos. Yo creo que me van a enseñar a pintar y leer. Ahora sólo sé hacer puntitos, camiones y coches".Una compañera de clase de Carlos, Patricia, reconoce: "Yo lloro, pero sólo un poco. Pero no vengo al colegio para trabajar, como papá. Yo vengo a hacer plastilina".

Según dicen los directores de los colegios, la mayoría de los estudiantes están encantados de volver. "Las escenas de reencuentro entre compañeros lo demuestran", señala Alberto Calahorra, uno de los directores académicos del colegio Calasancio de Madrid. Las escenas a las que se refiere tienen una peculiaridad en los alumnos que tienen aproximadamente entre 8 y 14 años: las chicos se saludan a lo bruto, con abrazos y palmadas en la espalda, y las chicas, con besos, pero unos y otras no se tocan, se saludan desde lejos, aunque algunos se conocen desde los 3 años. A los que han cumplido los 14 o 15 ya se les ve besarse en el reencuentro.

En estos días volverán a clase 7,1 millones de estudiantes no universitarios en toda España, entre los que hay 1,1 millones de enseñanza infantil, 2,6 de primaria y 3,4 de secundaria. Dos de cada tres estudian en centros públicos que cuentan con 372.000 profesores. El resto va a colegios concertados o privados. Los alumnos que empiezan 2º de ESO, con 12 o 13 años, dicen que éste es el año que empieza lo difícil. Dos estudiantes del SEK, José Luis e Ignacio, explican por qué: "Lo cuentan muchos hermanos mayores: a partir de ahora los profesores son más exigentes, vamos a estudiar cosas más serias y cada asignatura tiene más temas".