El hospital de Córdoba admite tener una mala organización

La destitución del jefe del servicio de obstetricia y ginecología del hospital Reina Sofía de Córdoba, Salvador Carrasco, no obecede exclusivamente al error cometido con una paciente embarazada de 39 años a la que esterilizaron al confundirla con otra. La dirección del centro sanitario, según admitió ayer, ha observado una mala organización en este departamento.Santiago Carrasco recibió el miércoles un escrito del director gerente del hospital, José Luis Temes, en el que le comunicaba su sustitución como jefe de servicio, pero en el que no aclaraba el motivo del cambio. Carrasco fue invitado a...

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La destitución del jefe del servicio de obstetricia y ginecología del hospital Reina Sofía de Córdoba, Salvador Carrasco, no obecede exclusivamente al error cometido con una paciente embarazada de 39 años a la que esterilizaron al confundirla con otra. La dirección del centro sanitario, según admitió ayer, ha observado una mala organización en este departamento.Santiago Carrasco recibió el miércoles un escrito del director gerente del hospital, José Luis Temes, en el que le comunicaba su sustitución como jefe de servicio, pero en el que no aclaraba el motivo del cambio. Carrasco fue invitado a dimitir de su puesto, lo que se negó a hacer, ya que entendió que ello significaría admitir la responsabilidad de su departamento en el error que motivó la esterilización de Rafaela Martínez Ruiz. El ahora ex jefe del servicio de obstetricia y ginecología se reunió el jueves con sus compañeros para informales de la decisión tomada por la dirección del hospital. Con éste son ya dos los ceses que se producen a raíz de este hecho. En agosto presentó su dimisión el director médico del hospital, José María Latre.

Santiago Carrasco declaró ayer en calidad de imputado ante el juez que investiga el caso denunciado por Rafaela Martínez Ruiz, que acusa al centro de lesiones graves y aborto. También declaró Francisco Javier García Blanco, que participó en la operación quirúrgica en la que le extirparon los ovarios y el útero a la mujer embarazada.

Carrasco dijo que el servicio de ginecología actuó correctamente desde el punto de vista ético cuando trató a Rafaela Martínez. Su abogado, Juan Rafael Toledano, explicó que el error se produjo cuando los ginecólogos recibieron unos resultados del servicio de anatomía patológica -al que se enviaron pruebas sobre Rafaela Martínez- que correspondían a otra mujer, de 71 años, con idéntico nombre y que padecía cáncer de endometrio. Según Toledano, su cliente se limitó a fijar la fecha de la operación. El otro médico aclaró que no es posible apreciar a simple vista un cáncer de endometrio.

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