Cartas al director

Un cuento ecológico

Érase una vez, en el país de Jauja,/ un apuesto príncipe, tan lustroso y gallardo/ que se llamaba Gallardón./ Diose este encantador príncipe/ por sobrenombre el Ecológico,/ y podíais verlo cabalgar desde/ Buitrago a Chinchón montado en su consejero,/ desfaciendo delitos ecológicos,/ del uno al otro confín... de Madrid. Así podría comenzar un triste cuento: el del hermano pobre, el medio ambiente, tan vapuleado en este país.¿Sale más barato apagar incendios -infiernos- que la limpieza continua de nuestros bosques? ¿Por qué en la CAM, en 1998, se destina la mitad del presupuesto para medio ambi...

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Érase una vez, en el país de Jauja,/ un apuesto príncipe, tan lustroso y gallardo/ que se llamaba Gallardón./ Diose este encantador príncipe/ por sobrenombre el Ecológico,/ y podíais verlo cabalgar desde/ Buitrago a Chinchón montado en su consejero,/ desfaciendo delitos ecológicos,/ del uno al otro confín... de Madrid. Así podría comenzar un triste cuento: el del hermano pobre, el medio ambiente, tan vapuleado en este país.¿Sale más barato apagar incendios -infiernos- que la limpieza continua de nuestros bosques? ¿Por qué en la CAM, en 1998, se destina la mitad del presupuesto para medio ambiente que en años anteriores?

¿Por qué ese demencial afán por privatizar la gestión de nuestros montes con empresas a las que les importa un pito la naturaleza?

La ecología vende, y el príncipe Gallardón, el Ecológico, promete seguir divirtiéndonos con sus cuentos forestales.-

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