Tribuna:

Vuelven los problemas

Las bolsas han dado por concluidas las recuperaciones fáciles, lo que ha supuesto la vuelta a la valoración de unos problemas que apenas han avanzado en sentido positivo. El silencio que llega de Japón encuentra un extraordinario apoyo en la cotización del yen, que ayer subía hasta niveles de 142,28 por dólar, mientras que en Rusia nadie sabe a qué atenerse a pesar de las numerosas reuniones en las que se intenta explicar a la inversión exterior cómo se va a resolver el problema.

La Bolsa española mantuvo un comportamiento medianamente aceptable hasta la apertura de los mercados america...

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Las bolsas han dado por concluidas las recuperaciones fáciles, lo que ha supuesto la vuelta a la valoración de unos problemas que apenas han avanzado en sentido positivo. El silencio que llega de Japón encuentra un extraordinario apoyo en la cotización del yen, que ayer subía hasta niveles de 142,28 por dólar, mientras que en Rusia nadie sabe a qué atenerse a pesar de las numerosas reuniones en las que se intenta explicar a la inversión exterior cómo se va a resolver el problema.

La Bolsa española mantuvo un comportamiento medianamente aceptable hasta la apertura de los mercados americanos. Las noticias que llegaban de Suramérica eran preocupantes, al tiempo que la Bolsa de Nueva York abría a la baja. El índice Dow Jones perdió 81,87 puntos al cierre (0,94%) y finalizó en 8.611,41.

El índice general de Madrid se fue detrás de los que más perdían, aunque resultaba difícil superar en ese capítulo al mercado alemán, muy perjudicado por la suspensión de pagos en Rusia.

Tanto en Alemania como en España hubo un traslado masivo de dinero hacia los mercados de deuda, lo que trajo consigo unos inusuales mínimos históricos en rentabilidad, justo con las bolsas a la baja, pero los inversores empiezan a temer que el problema de los mercados de valores se prolongue demasiado.

La rentabilidad de la deuda española a 10 años cayó hasta el 4,67%, cinco centésimas por debajo del mínimo anterior. Si hace unos días resultaba paradójica la diferencia entre el precio del dinero a 10 años y a 10 días, ayer ese margen se redujo hasta 42 centésimas, lo que aumentará la presión sobre el Banco de España.

Los inversores alemanes están aún más asustados que los españoles, y los precios de la deuda subieron mucho más en Alemania, en donde el bund alcanzaba una rentabilidad del 4,34%. Esa caída hizo que el diferencial entre España y Alemania creciera hasta los 0,33 puntos, un dato que se sitúa a sólo dos centésimas del nivel más alto alcanzado en este ejercicio.

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