Tribuna:

Impropio

El mundo de la inversión dio ayer una buena muestra de la racionalidad que rige sus decisiones al poner el affaire Clinton por delante de las crisis japonesa y rusa. La reciente y peligrosa devaluación del rublo, el creciente deterioro de la situación económica y financiera de Japón y, si todo sigue así, la más que posible devaluación del yuan chino, perdieron interés en beneficio de la, según todas las encuestas, conveniente declaración de la verdad por parte del presidente de Estados Unidos.

Los mercados europeos celebraron la buena nueva con subidas que superaron el 3%, con la...

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El mundo de la inversión dio ayer una buena muestra de la racionalidad que rige sus decisiones al poner el affaire Clinton por delante de las crisis japonesa y rusa. La reciente y peligrosa devaluación del rublo, el creciente deterioro de la situación económica y financiera de Japón y, si todo sigue así, la más que posible devaluación del yuan chino, perdieron interés en beneficio de la, según todas las encuestas, conveniente declaración de la verdad por parte del presidente de Estados Unidos.

Los mercados europeos celebraron la buena nueva con subidas que superaron el 3%, con la excepción de Madrid, que ganaba menos del 2%. La contratación en el mercado continuo español ascendió hasta los 128.534 millones de pesetas efectivas, pero con cerca de la mitad de esa cifra conseguida a base de aplicaciones, en particular una sobre casi cinco millones de acciones de Telefónica, con un importe de 37.000 millones de pesetas. Los inversores españoles, los pocos que aún asisten al parqué, no entendían nada de lo que pasaba en los mercados, pero algunos no pudieron sustraerse a la tentación de sumarse a este repentino impulso alcista en medio de una situación financiera un tanto caótica.

Un día más, una buena parte de la atención de los inversores estuvo centrada en el mercado de deuda, en el que empieza a notarse la diferencia de nivel entre la inflación española y la de los países más disciplinados en la contención de los precios.

La rentabilidad de la deuda española a 10 años subió una centésima al cierre de la sesión, hasta el 4, 73%, mientras que el diferencial con la deuda alemana subía hasta 0, 3 1 puntos, con lo que se acerca a los máximos de este ejercicio.

La Bolsa de Nueva York cerró con una subida de 139, 80 puntos (un 1, 63%) y situó su índice en 8.714, 65. Según los analistas, gracias a la declaración de Clinton, aunque también tenía algo que ver la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal, en la que iba a decidir el mantenimiento de los tipos en EE UU.

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