El brillante e insaciable colaborador
Robert Bittman es, con 35 años, el más joven de los colaboradores de Kenneth Starr. Su apellido le otorgó un reconocimiento inmediato en el mundo jurídico. Su padre, William Bittman, defendió a Howard Hunt, uno de los conspiradores del caso Watergate. Conocido como un investigador insaciable, Robert Bittman ha interrogado a varios testigos ante el gran jurado en el caso Lewinsky, pero se negó a llegar a un trato con la exbecaria. Su estrategia consistía en intentar corroborar las acusaciones de Monica Lewinsky interrogando a agentes del Servicio Secreto. Antes de unirse, en 1994, al equipo d...
Robert Bittman es, con 35 años, el más joven de los colaboradores de Kenneth Starr. Su apellido le otorgó un reconocimiento inmediato en el mundo jurídico. Su padre, William Bittman, defendió a Howard Hunt, uno de los conspiradores del caso Watergate. Conocido como un investigador insaciable, Robert Bittman ha interrogado a varios testigos ante el gran jurado en el caso Lewinsky, pero se negó a llegar a un trato con la exbecaria. Su estrategia consistía en intentar corroborar las acusaciones de Monica Lewinsky interrogando a agentes del Servicio Secreto. Antes de unirse, en 1994, al equipo de Kenneth Starr, Bittman trabajó en la oficina del fiscal de Anne Arundel County (Maryland), donde se fogueó como acusador procesando a borrachos, proxenetas y asesinos. Algunos de sus antiguos compañeros le describen como una persona simpática, brillante e incansable. "Es el tipo de abogado que no dejaba piedra sin levantar", asegura Cynthia Ferris, la fiscal que Bittman considera su mentora.