La casa de las flores
Existe en Madrid una manzana de casas muy singular. Son dos bloques de ladrillo visto, separados por un jardín de la misma longitud, siendo el único ejemplar en Madrid de la llamada Vanguardia Arquitectónica, nacida en Europa entre 1920 y 1940. Nace con fines eminentemente sociales, ya que no se podían consentir los cinturones de miseria alrededor de las grandes ciudades. Partiendo de la manzana como unidad, las nuevas ciudades se formarán con manzanas unidas por jardines. (En Viena existe una ciudad así, dentro de la gran ciudad, de más de un kilómetro).
En Madrid, en Argüelles, nos ...
Existe en Madrid una manzana de casas muy singular. Son dos bloques de ladrillo visto, separados por un jardín de la misma longitud, siendo el único ejemplar en Madrid de la llamada Vanguardia Arquitectónica, nacida en Europa entre 1920 y 1940. Nace con fines eminentemente sociales, ya que no se podían consentir los cinturones de miseria alrededor de las grandes ciudades. Partiendo de la manzana como unidad, las nuevas ciudades se formarán con manzanas unidas por jardines. (En Viena existe una ciudad así, dentro de la gran ciudad, de más de un kilómetro).
En Madrid, en Argüelles, nos quedamos con una sola manzana, La casa de las flores... La construyó el arquitecto Zuazo, becado en Viena por el Gobierno de la República.
Siguiendo el ejemplo de sus hermanas vienesas, esta casa tuvo como fin la cuestión social, siendo sus primeros inquilinos artesanos, modestos trabajadores, modestísimos funcionarios... Después de la guerra civil volvieron muchos de estos primeros inquilinos.
Más tarde, al crearse el Instituto Nacional de Previsión, se siguió el criterio de alquilar los pisos, preferentemente a los funcionarios de estos entes públicos, resultando rentas modestas a tenor de los sueldos.
Ahora se ha tomado la decisión de vender estas casas, sin ningún criterio social. Nos venden la casa, pero saliendo a pública subasta.
Como la Tesorería de la Seguridad Social se ha negado a hacer la división horizontal de nuestras viviendas, después de vivir aquí veinte, treinta o cuarenta años, no somos nada, iremos en rebaño a la subasta. Los poderosos se quedarán con nuestras viviendas de toda la vida: subasteros, inmobiliarias, empresas...
Son casas protegidas, de las que no se puede mover un ladrillo, pero los seres humanos, a la calle.
Y pregunto: ¿por qué la Administración tiene diversos criterios? ¿Casas militares, Parque Móvil? En esto se ha convertido el sueño de los promotores de la social Vanguardia Arquitectónica.
La vivienda se convierte en lo que siempre ha sido: "sujeto de especulación".-