Industria atribuye la explosión en la gasolinera a fugas en dos depósitos

Los técnicos del Departamento de Industria atribuyen a fugas localizadas en dos depósitos la explosión ocurrida hace ocho días en la gasolinera de Lopidana, ubicada en la N-I, en dirección a Madrid, a seis kilómetros del centro urbano de Vitoria. El trabajador del establecimiento Abilio Jiménez, de 31 años, falleció a consecuencia de la deflagración y otras doce personas resultaron con heridas leves. El operario quedó sepultado bajo los escombros del sótano de la tienda de la estación de servicio, que fue el lugar donde se acumularon los vapores de gasolina procedentes de las fugas que diero...

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Los técnicos del Departamento de Industria atribuyen a fugas localizadas en dos depósitos la explosión ocurrida hace ocho días en la gasolinera de Lopidana, ubicada en la N-I, en dirección a Madrid, a seis kilómetros del centro urbano de Vitoria. El trabajador del establecimiento Abilio Jiménez, de 31 años, falleció a consecuencia de la deflagración y otras doce personas resultaron con heridas leves. El operario quedó sepultado bajo los escombros del sótano de la tienda de la estación de servicio, que fue el lugar donde se acumularon los vapores de gasolina procedentes de las fugas que dieron lugar a la detonación. Los especialistas de Industria y del Cuerpo de Bomberos analizaron minuciosamente el amasijo de hierros y escombros en que quedó convertida la tienda de la estación de servicio durante los días posteriores para determinar las causas del siniestro. Los bomberos señalaron en primera instancia que una acumulación de vapores de gasolina fue el motivo de la explosión. Industria confirmó ayer en su informe provisional sobre el siniestro la existencia de fugas en dos de los nueve depósitos de la gasolinera. Según los técnicos, estas fugas "podrían haber sido la causa de la presencia de vapores de gasolina en el sótano". Sin embargo, ni este informe de Industria ni el de la empresa propietaria de la estación, Repsol, especifican cuál fue el detonante para que ese gas estallase. El informe realizado por los técnicos de Repsol coincide con el del Gobierno vasco en que la fuga en los depósitos permitió la acumulación de gases en el sótano. Según Repsol, la instalación eléctrica había sido revisada hace un año y es de tipo estanco o antideflagrante, lo que haría desechar que fuese un chispazo al encender la luz el que provocara el estallido. Las inspecciones de la estación siniestrada siguen adelante por parte de Industria para llegar al informe definitivo. Además, también sigue su curso la correspondiente instrucción judicial. En otro sentido, el departamento que dirige Javier Retegui ha ordenado una inspección extraordinaria de las instalaciones de la gasolinera de Bidebieta, en San Sebastián. Industria recomienda, sobre todo, la revisión de las condiciones de estanqueidad de los depósitos y demás conducciones. Este repaso surge como consecuencia de la denuncia formulada ante el Ayuntamiento de San Sebastián de la existencia de olores y restos de combustible en las proximidades.

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