Joan Miquel Nadal era socio de la empresa que supuestamente él mismo había favorecido

La investigación del Tribunal Supremo por un presunto delito de tráfico de influencias cometido por el alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal, no se refiere a la intervención de éste a favor de un amigo suyo, sino que el supuestamente beneficiado de toda la operación fue el propio alcalde. Durante todo el proceso administrativo, Nadal era uno de los socios de la empresa que solicitó los permisos para instalar un túnel de lavado de coches en Tarragona, y vendió sus acciones cuando la Comisión de Urbanismo corrigió su primera decisión, desfavorable, y autorizó dicha actividad....

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La investigación del Tribunal Supremo por un presunto delito de tráfico de influencias cometido por el alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal, no se refiere a la intervención de éste a favor de un amigo suyo, sino que el supuestamente beneficiado de toda la operación fue el propio alcalde. Durante todo el proceso administrativo, Nadal era uno de los socios de la empresa que solicitó los permisos para instalar un túnel de lavado de coches en Tarragona, y vendió sus acciones cuando la Comisión de Urbanismo corrigió su primera decisión, desfavorable, y autorizó dicha actividad.

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El Congreso de los Diputados aprobará presumiblemente el próximo mes de septiembre el suplicatorio contra Joan Miquel Nadal pedido por el Tribunal Supremo. En el sumario, al que ha tenido acceso este diario, queda acreditado que Joan Miquel Nadal formó parte de la sociedad Palestra Latina, propietaria del túnel de lavado de coches, a través de una sociedad denominada Pronaus, de la cual era el accionista mayoritario. El alcalde lo continuó siendo mientras duraron los trámites administrativos de solicitud de licencias. La investigación del presunto delito de tráfico de influencias se refiere a que el alcalde convergente escribió una carta, en forma de alegación, a la Comisión Provincial de Urbanismo (CPU) para que corrigiera su decisión inicial, contraria a la instalación de la actividad. Este escrito no tiene registro de salida del Ayuntamiento y como alegación fue presentada fuera de plazo, aunque sí se incluyó en el expediente municipal. Finalmente la Comisión Provincial de Urbanismos accedió a conceder la licencia. Delegado de urbanismo Este acuerdo se tomó pocos días después de que el alcalde se reuniera personalmente con el delegado de Urbanismo en Tarragona, Joan Llort, para abordar este tema. A la reunión también asistió otro socio de Palestra Latina, el arquitecto Joan Batet, asesor del alcalde en temas de urbanismo y antecesor de Llort en el cargo. Por su parte, el alcalde de Tarragona manifestó ayer que la cronología de los hechos demuestra que cuando se cedió la explotación del túnel de lavado a la empresa Palestra Latina, él ya no formaba parte de esta sociedad. Joan Miquel Nadal añadió que cuando tuvo conocimiento de este hecho se desprendió de sus acciones para que nadie pudiera interpretar que el Ayuntamiento había dado trato de favor a esta empresa. Nadal declaró que todos los trámites administrativos figuran a nombre de un particular y no de la sociedad finalmente beneficiaria. El alcalde de Tarragona se lamentó nuevamente de desconocer el contenido del sumario tras cuatro años de investigaciones. De los escritos de los fiscales de la Audiencia Provincial y del Tribunal Supremo se desprende que los socios de la empresa beneficiada ocultaron al Ayuntamiento de Tarragona el nombre de la sociedad, ya que todas las solicitudes de permisos figuran a nombre de Josep Maria Castañer. Castañer era el administrador único de Pronaus, la sociedad de la que Joan Miquel Nadal era accionista mayoritario. PASA A LA PÁGINA 3

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