Siria afirma que sólo participará en una conferencia de paz si Israel devuelve el Golán
Siria está dispuesta a participar en la Conferencia Internacional por la Paz en Oriente Próximo que propugnan los jefes de Estado de Francia, Jacques Chirac, y Egipto, Hosni Mubarak, pero sólo a condición de que las negociaciones se establezcan a partir del reconocimiento de su derecho sobre los altos del Golán, actualmente ocupados por los israelíes. Ésta es la posición que el presidente sirio, Hafez el Assad, ha sostenido en París en los encuentros mantenidos con Jacques Chirac y con el primer ministro, Lionel Jospin, durante la visita oficial que termina hoy.
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Siria está dispuesta a participar en la Conferencia Internacional por la Paz en Oriente Próximo que propugnan los jefes de Estado de Francia, Jacques Chirac, y Egipto, Hosni Mubarak, pero sólo a condición de que las negociaciones se establezcan a partir del reconocimiento de su derecho sobre los altos del Golán, actualmente ocupados por los israelíes. Ésta es la posición que el presidente sirio, Hafez el Assad, ha sostenido en París en los encuentros mantenidos con Jacques Chirac y con el primer ministro, Lionel Jospin, durante la visita oficial que termina hoy.
, "Siria está dispuesta a asociarse a nuevas iniciativas a condición de que estén en concordancia con sus reclamaciones fundamentales", indicó ayer tarde Hafez el Assad al término de su último encuentro con Chirac.Aunque las declaraciones oficiales dan cuenta de un "compromiso conjunto franco-sirio para desbloquear el proceso de paz" y se anuncia la continuidad de los contactos entre París y Damasco, todo hace suponer que Siria sólo se incorporaría a esa hipotética conferencia de paz en el supuesto de que Israel abandonara su actual posición de negociación punto cero y asumiera nuevamente el criterio de paz por territorios . Pero el rechazo expreso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a la iniciativa franco-egipcia no permite hacerse ilusiones.
La visita de Hafez el Assad, primera que realiza a un país occidental en los últimos 22 años, ilustra el giro de un régimen que busca la interlocución europea y no sólo en el terreno del conflicto bélico árabe-israelí. La crisis del petróleo, del que Siria extrae el 40% de sus ingresos, anima, sin duda, el actual propósito de ese país, refractario al FMI y a la Banca Mundial, de suscribir un acuerdo de asociación económica con la UE. Pese a sus reticencias ante un régimen dictatorial, pese al recuerdo doloroso de los 60 soldados franceses y el embajador abatidos en Líbano por balas sirias, el Estado francés ha acogido a Hafez el Assad cumpliendo con su proverbial pragmatismo internacional y en razón de sus intereses estratégicos y económicos en Oriente Próximo.