Cartas al director

Consternación

Quiero expresar mi más profunda consternación, casi diría mi más sentido pésame, por el desastre ecológico, social y económico acaecido a finales del pasado mes de abril en el parque natural, quizás también en el parque nacional, de Doñana.No es mi intención abrumar con datos, pero, debido a tan desdichado suceso, unas 2.500 hectáreas de nuestro emblemático espacio natural protegido, dedicadas a diferentes cultivos, esencialmente arrozales, se han visto afectadas por la riada tóxica procedente de las minas de Aznalcóllar. En cuanto a las personas que vivían de dichos cultivos, se cifran en uno...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Quiero expresar mi más profunda consternación, casi diría mi más sentido pésame, por el desastre ecológico, social y económico acaecido a finales del pasado mes de abril en el parque natural, quizás también en el parque nacional, de Doñana.No es mi intención abrumar con datos, pero, debido a tan desdichado suceso, unas 2.500 hectáreas de nuestro emblemático espacio natural protegido, dedicadas a diferentes cultivos, esencialmente arrozales, se han visto afectadas por la riada tóxica procedente de las minas de Aznalcóllar. En cuanto a las personas que vivían de dichos cultivos, se cifran en unos mil agricultores. Los pescadores (unos trescientos) están viendo cómo el producto de su trabajo y el consumo de pescado descienden vertiginosamente. A los ganaderos les pasa otro tanto. Y no olvidemos lo que, sobre todo, hizo que Doñana fuese protegido como parque nacional: la fauna y la flora tan interesante y espléndida que posee.

No sé muy bien cómo acabará todo esto, pero de una cosa creo estar seguro, y es que pasará muchísimo tiempo para que el parque nacional de Doñana vuelva a ser lo que era: un extraordinario conjunto geológico, biológico y humano de primerísima categoría.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En