Sólo la Iglesia y los comunistas lusos se definen sobre el aborto
El secretario general de los comunistas portugueses, Carlos Carvalhas, confía en que la ausencia de campañas (institucionales) de los dos principales partidos (socialistas y socialdemócratas) no contribuya al aumento de la abstención en el primer referéndum de la historia de Portugal que se celebrará el próximo domingo. Carvalhas afirma que sería una vergüenza llegar al tercer milenio con una ley que criminaliza a las mujeres por verse obligadas a interrumpir sus embarazos.En esta insólita campaña sólo los comunistas y la Iglesia católica permanecen monolíticamente fieles a sus convicciones.El...
El secretario general de los comunistas portugueses, Carlos Carvalhas, confía en que la ausencia de campañas (institucionales) de los dos principales partidos (socialistas y socialdemócratas) no contribuya al aumento de la abstención en el primer referéndum de la historia de Portugal que se celebrará el próximo domingo. Carvalhas afirma que sería una vergüenza llegar al tercer milenio con una ley que criminaliza a las mujeres por verse obligadas a interrumpir sus embarazos.En esta insólita campaña sólo los comunistas y la Iglesia católica permanecen monolíticamente fieles a sus convicciones.El resto, socialistas y socialdemócratas, con el argumento de permitir la libertad de conciencia, están evitando una postura institucional en este polémico referéndum.
El secretario general de los comunistas lusos sostiene que es necesario desmontar los tres sofismas utilizados por los defensores del no a la despenalización del aborto en las diez primeras semanas del embarazo. A juicio de Carvalhas, lo que está en juego el próximo día 28 no es el sí o el no al aborto, sino el sí o el no a la despenalización; acabar con tres años de prisión para las mujeres que han tenido que recurrir a la interrupción del embarazo y afrontar el aborto clandestino.
El líder del PCP desafió a los defensores del no para que digan la verdad y no sean hipócritas, falsos, fariseos y judas. En su opinión, "todos éstos aseguran que la aprobación de la ley significaría la eliminación de centenares de niños, pero ¿no saben que existe el aborto clandestino en Portugal y que muchas mujeres mueren cada año por causa de esas intervenciones? No tienen el coraje de reconocerlo abiertamente; son hipócritas y judas. Si no fuera por el referéndum estarían tranquilamente tomando el sol en las playas".