Castellá promete tratar limpiamente los residuos del área metropolitana de Valencia antes del 2000

José Manuel Castellá, consejero de Medio Ambiente del Consell, se comprometió ayer a que todos los residuos generados por el área metropolitana de Valencia reciban un tratamiento adecuado antes del 2000. Y asumirá el coste íntegro de la construcción de la nueva planta de residuos de Fervasa en los municipios de Aldaia y Quart de Poblet. "¿Qué son 2.000 o 3.000 millones de pesetas si se consigue tratar de una forma limpia, segura y sin malos olores para los vecinos todos los residuos generados por 1.400.000 personas?", se preguntó el consejero.

Castellá compareció ante los medios de comu...

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José Manuel Castellá, consejero de Medio Ambiente del Consell, se comprometió ayer a que todos los residuos generados por el área metropolitana de Valencia reciban un tratamiento adecuado antes del 2000. Y asumirá el coste íntegro de la construcción de la nueva planta de residuos de Fervasa en los municipios de Aldaia y Quart de Poblet. "¿Qué son 2.000 o 3.000 millones de pesetas si se consigue tratar de una forma limpia, segura y sin malos olores para los vecinos todos los residuos generados por 1.400.000 personas?", se preguntó el consejero.

Castellá compareció ante los medios de comunicación junto a Jaime García, presidente del Consell Metropolità de L"Horta -CMH, ente supramunicipal encargado de la gestión de las basuras de 44 municipios-, para anunciar el acuerdo alcanzado entre ambas administraciones para la construcción de las nuevas instalaciones de Fervasa en Hornillos. Se trata de una reforma prevista en el Plan Integral de Residuos del área metropolitana pero que todavía no tenía el visto bueno de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte (COPUT). El arranque de la "solución definitiva" para el tratamiento de la basura se dio el pasado 28 de mayo cuando la Comisión de Urbanismo aprobó los planes especiales de los dos municipios afectados en los terrenos de Hornillos (Aldaia y Quart del Poblet), que permitirán ampliar hasta los 289.400 metros cuadrados (el doble que la superficie actual) la planta. Jaime García habló de la necesidad de renovar la vieja instalación. "El corazón del Consell Metropolità de L"Horta ha sido Fervasa, pero ha latido mucho tiempo y está obsoleta", argumentó. Efectivamente, la planta lleva latiendo desde hace más de 30 años y por eso mismo el CMH decidió recientemente invertir más de 316 millones de pesetas para remodelarla. Pero es una partida insuficiente para conseguir tratar adecuadamente las 330.000 toneladas anuales de basuras que entran actualmente en la planta. Como equipararla totalmente a la tecnología usada en países punteros de Europa queda fuera de las posibilidades del CMH, Castellá se comprometió ayer a sufragar todo el coste, por lo que tendrá que conseguir que el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, dote a su consejería de las partidas presupuestarias necesarias. Castellá y García aún no han firmado el convenio. Igualente, habrá que elaborar un proyecto antes de que salga a concurso la obra. Pero sí anunciaron que la nueva planta empezará a construirse este año y que funcionará antes del 2000. Y aunque no se sabe el coste de la obra, Castellá anunció que estará entre los 2.000 y 3.000 millones "porque será la más moderna de toda la Comunidad". Y dijo que tanto la selección de basuras como la fabricación de compost se harán bajo techado para ahorrar los malos olores a los vecinos limítrofes.

Y los rechazos, ¿adónde?

Si se firma el convenio alcanzado ayer entre el CMH y la Consejería de Medio Ambiente, si se elabora y se licita la ampliación de la planta de Hornillos, si el consejero José Manuel Castellá consigue las partidas para sufragar una moderna, limpia e inodora planta, y si la construcción de la futura Fervasa se inicia antes de finales de año, el área metropolitana de Valencia tendrá en el 2000 la instalación valenciana más moderna. Una planta capaz de recibir 630.000 toneladas de basura, separar sus componentes y fábricar compost de forma limpia. Pero el rechazo, aquello no aprovechable de los detritus, ha de acabar en un macrobasurero controlado y el CMH no lo tiene. Castellá y Jaime García, presidente del ente metropolitano, dieron ayer por seguro que acabará en el vertedero planeado en Dos Aguas, a 50 kilómetros, pero la instalación más polémica lleva casi un año paralizada. Una empresa ganó el concurso del CMH para gestionar las basuras, pero el proceso está recurrido por supuestas irregularidades, y no se sabe cómo se logrará que las trate otra firma que sí que tiene los permisos para hacer un vertedero pero en otra partida del municipio.

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